El consumo excesivo de alcohol es claramente perjudicial, como ya refiere la Regla 40 de San Benito consultada en la web del Monasterio de Santo Domingo de Silos. “La ración de bebida: No dar lugar a la embriaguez. Aunque leemos que el vino de ninguna manera es propio de los monjes, como en nuestros días es imposible persuadirles de ello, convengamos al menos en no beber hasta la saciedad sino con moderación, porque el vino hace apostatar hasta a los sabios”.
El consumo moderado de alcohol y sus peligros o beneficios sigue siendo un tema de discusión en los foros de salud pública. El consumo moderado de vino forma parte de la dieta mediterránea (DMedit), patrón dietético de constatados beneficios para la salud cardiovascular y DM2, pero no pisamos terreno firme si recomendáramos su consumo a la población general, por su efecto perjudicial respecto a otros problemas de salud: cáncer, afectación hepática, enfermedad cardiovascular, accidentes, adicción, etc. Calidad, cantidad y frecuencia de consumo presentan resultados dispares. Los estudios disponibles son observacionales, y por tanto faltan evidencias incontrovertibles. (Sigue leyendo...)
De hecho, algunos autores han planteado si debería retirarse el consumo de vino de la escala de 14 puntos de la dieta mediterránea utilizada en el estudio PREDIMED (lo que según algunos estudios podría reducir entre el 12 y el 21% el efecto beneficioso de la DMedit). El profesor MA Martínez González revisó el asunto en un excelente artículo en el que, tras revisar exhaustivamente el tema y ante la falta de ensayos clínicos, pretende responder a la pregunta con el estudio UNATI (University of Navarra Alumni Trialist Initiative) en España, actualmente en marcha, que es un ensayo pragmático con más de 10.000 participantes, que comparará abstinencia vs. consumo moderado de alcohol con un seguimiento de 4 años y que pretende aportar una evidencia definitiva sobre la seguridad y los posibles beneficios del vino en la dieta mediterránea. También introduce el concepto Mediterranean Alcohol Drinking Pattern (MADP), que matiza los efectos según el contexto cultural y el patrón de consumo.
El artículo comentado hoy es un Commentary de Diabetes Care a propósito del artículo de Li X. et al. en la misma revista titulado Alcohol Intake, Drinking Pattern, and Risk of Type 2 Diabetes in Three Prospective Cohorts of U.S. Women and Men. Previamente a analizarlo, revisan la literatura previa en la que en algunos metaanálisis realizados en países occidentales se ha observado un menor riesgo de DM2 en bebedores con un consumo ligero o moderado. Por contra, otros estudios en población asiática no confirman esta apreciación (quizá por la influencia de variantes genéticas). Además, existe un vacío en cuanto a su influencia en mujeres, generalmente ausentes de los grandes estudios. Por otra parte, y como hemos comentado más arriba, existen discrepancias sobre si el factor más relevante es la frecuencia de consumo o la cantidad ingerida por ocasión.
En este sentido, el estudio de Li X. et al. puede ayudarnos, aunque como es observacional, tampoco nos dará respuesta a todas las preguntas. Fue realizado sobre más de 200.000 participantes de tres cohortes prospectivas, mayoritariamente blancos y profesionales de la salud, con un seguimiento de 33 años. Observaron que un consumo ligero o moderado se asoció a un menor riesgo de DM2. Beber con moderación y de forma frecuente se asoció a un menor riesgo de DM2, siendo menos importante la cantidad ingerida por ocasión que la frecuencia (el menor riesgo comenzó con 1-2 días/semana en mujeres y 3-4 días/semana en varones, siendo mayor en >5 veces por semana). Concluyeron que beber con moderación y de forma frecuente se asocia a un menor riesgo de DM2, pero no recomiendan iniciar el consumo de alcohol como estrategia preventiva, dados los riesgos conocidos de su consumo. Estos autores han publicado de forma casi simultánea otros dos artículos con las mismas bases de datos: uno sobre consumo de alcohol y cáncer colorrectal (mayor riesgo), y otro sobre el efecto del alcohol sobre biomarcadores cardiometabólicos (beneficioso), que también cito en la bibliografía que acompaña el post.
A pesar de los resultados, estos deben interpretarse con cautela. Las espadas siguen en alto. El consumo de alcohol como una estrategia preventiva no es, en este momento, una medida recomendable para la población general y bajo ningún concepto debería indicarse a personas abstemias. Desconocemos los efectos en población femenina y en otras etnias. Esperemos que el estudio UNATI pueda aclararnos la cuestión, al menos en población española.
Zhang C, Li T. The Dilemma of Moderate Alcohol Consumption and Type 2 Diabetes Risk: Drinking Frequency Versus Quantity. Diabetes Care. 2025 Jul 1;48(7):1152-1154. doi: 10.2337/dci25-0009. PMID: 40540679.
Regla 40 de San Benito. La ración de bebida: No dar lugar a la embriaguez.
Li X, Hur J, Smith-Warner SA, Song M, Liang L, Mukamal KJ, et al. Alcohol Intake, Drinking Pattern, and Risk of Type 2 Diabetes in Three Prospective Cohorts of U.S. Women and Men. Diabetes Care. 2025 Jul 1;48(7):1189-1197. doi: 10.2337/dc24-1902. PMID: 39965054; PMCID: PMC12178616.
Martínez-González MA. Should we remove wine from the Mediterranean diet?: a narrative review. Am J Clin Nutr. 2024 Feb;119(2):262-270. doi: 10.1016/j.ajcnut.2023.12.020. Epub 2023 Dec 28. PMID: 38157987.
Estudio UNATI
A pesar de los resultados, estos deben interpretarse con cautela. Las espadas siguen en alto. El consumo de alcohol como una estrategia preventiva no es, en este momento, una medida recomendable para la población general y bajo ningún concepto debería indicarse a personas abstemias. Desconocemos los efectos en población femenina y en otras etnias. Esperemos que el estudio UNATI pueda aclararnos la cuestión, al menos en población española.
Zhang C, Li T. The Dilemma of Moderate Alcohol Consumption and Type 2 Diabetes Risk: Drinking Frequency Versus Quantity. Diabetes Care. 2025 Jul 1;48(7):1152-1154. doi: 10.2337/dci25-0009. PMID: 40540679.
Regla 40 de San Benito. La ración de bebida: No dar lugar a la embriaguez.
Li X, Hur J, Smith-Warner SA, Song M, Liang L, Mukamal KJ, et al. Alcohol Intake, Drinking Pattern, and Risk of Type 2 Diabetes in Three Prospective Cohorts of U.S. Women and Men. Diabetes Care. 2025 Jul 1;48(7):1189-1197. doi: 10.2337/dc24-1902. PMID: 39965054; PMCID: PMC12178616.
Martínez-González MA. Should we remove wine from the Mediterranean diet?: a narrative review. Am J Clin Nutr. 2024 Feb;119(2):262-270. doi: 10.1016/j.ajcnut.2023.12.020. Epub 2023 Dec 28. PMID: 38157987.
Estudio UNATI
Li X, Hur J, Zhang Y, Song M, Smith-Warner SA, Liang L, et al. Drinking pattern and time lag of alcohol consumption with colorectal cancer risk in US men and women. J Natl Cancer Inst. 2025 May 1;117(5):971-979. doi: 10.1093/jnci/djae330. PMID: 39689032; PMCID: PMC12058268.
Li X, Hur J, Cao Y, Song M, Smith-Warner SA, Liang L, et al. Moderate alcohol consumption, types of beverages and drinking pattern with cardiometabolic biomarkers in three cohorts of US men and women. Eur J Epidemiol. 2023 Nov;38(11):1185-1196. doi: 10.1007/s10654-023-01053-w. Epub 2023 Sep 25. PMID: 37747628; PMCID: PMC10924636.

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