18 de septiembre de 2025

EASD 2025.- ¿Qué estrategia es mejor para perder peso: los arGLP-1 o el ejercicio?



S04 Losing weight: Can the balance be preserved?. Tuesday, 16 September 2025, Sofia Hall

Comentario del Dr. Enrique Carretero Anibarro (@Enriq_Carretero)

La obesidad constituye uno de los principales problemas sociales y sanitarios de nuestro tiempo, y todo un reto para los sanitarios que atendemos pacientes con esta problemática. El manejo clínico del exceso de peso se sustenta en las recomendaciones sobre hábitos de vida saludables: alimentación y ejercicio, pero desde hace unos años disponemos de herramientas farmacológicas que han demostrado suficiente evidencia científica. Entre ellas, los arGLP-1, que han demostrado en ensayos clínicos una reducción sustancial del peso corporal, en ocasiones superior al 15% del peso inicial, acompañada de mejoras metabólicas y cardiovasculares. ¿El debate está muy vigente: a largo plazo, la pérdida de peso con arGLP-1 es la vía más idónea y duradera para perder peso?

En la mesa “Perder peso: ¿puede preservarse el equilibrio?” del congreso EASD 2025 se abordó esta cuestión desde la perspectiva de tres intervenciones: Las dos primeras ponencias se centraron en la atrofia muscular secundaria en los tratamientos indicados en la pérdida de peso. Para evitar esta pérdida de masa muscular es preciso abordar los aspectos tanto metabólicos como conductuales. Los datos clínicos sugieren que una opción recomendable es combinar el ejercicio físico con agonistas GLP-1, y que esta estrategia combinada supera en eficacia a cada intervención por separado: ayuda a alcanzar mayores pérdidas de grasa visceral, reducción de inflamación y mejor retención de masa magra. (Sigue leyendo...)

La última de las intervenciones nos habló sobre el efecto de la cirugía bariátrica (principalmente bypass gástrico/sleeve) versus una dieta muy baja en calorías sobre la composición corporal y la sensibilidad a la insulina. Presentaron estudios que midieron, mediante imágenes corporales integrales como la tomografía por emisión de positrones o la resonancia magnética, cambios en pacientes obesos sin diabetes: ambos grupos (cirugía vs. dieta) presentaron pérdidas de peso similares. Sin embargo, solo el grupo quirúrgico presentó disminuciones estadísticamente significativas en glucemia e insulinemia en ayunas, mientras que en el grupo dieta esa reducción no fue significativa. Además, con la cirugía aumentó la captación de glucosa mediada por insulina en músculo esquelético, al tiempo que disminuyó en tejido adiposo abdominal y cardíaco, cambios no observados en el grupo de dieta. Estos resultados indican que la cirugía induce mejoras en sensibilidad metabólica más allá de la pérdida de grasa per se. En cuanto a masa corporal magra, tras cirugía se pierde un tercio de la masa libre de grasa en el primer año. En comparación, las intervenciones dietéticas prolongadas suelen producir pérdidas menores de tejido magro, alrededor del 20–30% de pérdida de peso.

Como resumen: el ejercicio físico, particularmente el entrenamiento combinado aeróbico y de resistencia, es la piedra angular en el abordaje de la obesidad. Mientras que los arGLP-1 provocan descensos más rápidos y pronunciados de peso, también se han descrito con ellos pérdidas proporcionales de masa magra y muscular. En contraste, el ejercicio físico, aunque menos potente en términos de kilos de peso perdidos, protege la masa magra y optimiza el tejido muscular. Por todo ello, una estrategia idónea es la combinación entre arGLP-1 y ejercicio, que no debe reducirse a la cantidad de pérdida de peso, sino al equilibrio en la pérdida ponderal, la composición corporal (masa grasa y muscular) y al mantenimiento de la funcionalidad.

Por otra parte, si bien cirugía y dieta proporcionan beneficios similares en reducción de peso/tejido adiposo a corto plazo, la cirugía genera redistribuciones de tejido (p. ej., aumento relativo de músculo insulino-sensible) y mayor pérdida de masa magra porcentualmente, aspectos relevantes para el diseño de estrategias postoperatorias (nutrición, ejercicio) que preserven la masa muscular.



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