OP 01 Influencing cardiovascular outcomes: medications and behaviours. Tuesday, 16 September 2025, Vienna Hall
Comentario del Dr. Joan Barrot de la Puente (@JoanBarrot)
Oral semaglutide and cardiovascular outcomes by baseline A1c and BMI in people with type 2 diabetes in the SOUL trial.
¡Qué suerte he tenido…! Empezar un congreso así es como que te sirvan el postre antes del primer plato: inesperado… y con ganas de repetir.
En la primera sesión del congreso de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) 2025 he podido escuchar a Silvio E. Inzucchi presentando los resultados del ensayo SOUL (Semaglutide cardiOvascular oUtcomes triaL) sobre semaglutida oral en personas con DM2 y enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ACVa) y/o enfermedad renal crónica (ERC). Analizaron si el efecto sobre los eventos cardiovasculares variaba según los valores basales de HbA1c y el índice de masa corporal (IMC).
El ensayo SOUL incluyó a 9.650 personas con DM2, HbA1c basal entre 6,5% y 10%, que fueron aleatorizadas a recibir semaglutida oral 14 mg una vez al día o placebo, con un seguimiento medio de 47,5 meses. El objetivo primario fue el tiempo hasta la aparición del primer MACE (muerte cardiovascular, infarto de miocardio no fatal o ictus no fatal). (Sigue leyendo...)
Los resultados mostraron que la semaglutida oral redujo el riesgo de MACE en un 14% de forma global. Al estratificar por HbA1c basal, el beneficio CV fue más evidente en los pacientes con HbA1c >8%, y también se observó un efecto beneficioso en aquellos con HbA1c >7%. En cambio, en los pacientes con HbA1c ≤7% el beneficio fue menor o no significativo. En cuanto al IMC y el peso corporal, el efecto de la semaglutida oral sobre los MACE fue consistente y similar en todos los grupos, sin diferencias entre quienes presentaban un IMC por encima o por debajo de 30 kg/m², ni entre los distintos estratos de IMC o según el peso medio (87,9 kg).
En conclusión, los beneficios cardiovasculares de la semaglutida oral fueron consistentes en todas las categorías de IMC basal. En un análisis continuo, estos beneficios parecieron ser similares a lo largo de los distintos niveles de HbA1c, aunque en un análisis categórico se observaron efectos más pronunciados en los pacientes con niveles basales de HbA1c más elevados. Durante el estudio, ni los cambios en HbA1c ni los cambios en el peso corporal parecieron influir de manera significativa en el efecto de la semaglutida oral sobre los eventos cardiovasculares mayores (MACE).
Comparative cardiovascular effectiveness of GLP-1 RAs vs insulin in early-onset type 2 diabetes.
Compañeros, hoy os traigo un dilema que muchos vivimos en consulta: pacientes de poca evolución, glucemias que dan miedo y tú con el arsenal terapéutico en la mano. ¿Insulina de entrada o seducirlo con un arGLP-1? Vamos a desgranar la mejora del riesgo CV.
La investigadora Y. Wei, del Karolinska Institutet (Estocolmo), presentó un estudio basado en registros nacionales suecos (2010–2020) que evaluó si los arGLP-1 reducen de manera más significativa el riesgo cardiovascular (CV) en personas con DM2 de inicio temprano (<40 años, caracterizada por un deterioro celular y una progresión más rápida de la enfermedad) en comparación con aquellas con DM2 de inicio tardío (≥40 años).
El estudio incluyó pacientes con al menos 6 meses de diagnóstico de DM2, previamente tratados con metformina. Los comparadores principales fueron la insulina y, en análisis adicionales, los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (iDPP-4).
Se analizaron 3.768 usuarios de arGLP-1 y 4.504 de insulina con DM2 de inicio temprano, así como 27.557 y 56.301 pacientes con DM2 de inicio tardío, respectivamente. El análisis se realizó según el principio de intención de tratar. En el grupo de inicio temprano, se registraron 151 eventos CV entre los tratados con arGLP-1 frente a 402 eventos en los tratados con insulina. Esto se tradujo en 81 eventos CV menos por cada 10.000 individuos a los 3 años de tratamiento.
El riesgo relativo (RR) de eventos CV con arGLP-1 frente a insulina fue de 0,81 (IC 95% 0,63–1,00) en DM2 de inicio temprano y de 0,73 (IC 95% 0,69–0,76) en DM2 de inicio tardío. En los pacientes con inicio temprano, el beneficio fue más pronunciado durante los primeros 4 años: RR 0,57 al año, 0,77 a los 4 años y 0,84 a los 10 años, lo que se tradujo en 12 eventos CV menos por cada 1.000 pacientes en el cuarto año de tratamiento.
En conclusión, los arGLP-1 reducen de manera más eficaz que la insulina y los iDPP-4 el riesgo de eventos cardiovasculares en personas con DM2 de inicio temprano, especialmente durante los primeros años de tratamiento, mostrando una efectividad comparable a la observada en la DM2 de inicio tardío.
Impact of background insulin treatment on cardiorenal outcomes in patients with type 2 diabetes: a patient-level analysis of merged CANVAS and CREDENCE trials
La presentación se centra en dos preguntas clave de gran relevancia clínica en el manejo de la DM2 con alto riesgo cardiovascular. En primer lugar, ¿cuál es el impacto de la insulina basal sobre los resultados cardiorrenales en estos pacientes? Y en segundo lugar, ¿mantiene la canagliflozina sus beneficios cardiorrenales de forma consistente, independientemente de la terapia hipoglucemiante de base?
Un análisis conjunto de los ensayos CANVAS y CREDENCE evaluó el impacto del tratamiento de base con insulina en los resultados cardiorrenales de pacientes con DM2 y alto riesgo cardiovascular, así como el posible efecto modulador de canagliflozina. Se incluyeron 14.530 participantes, de los cuales 2.766 estaban en monoterapia con insulina y 2.127 con metformina, con un seguimiento mediano de 2,6 años.
Los pacientes tratados con insulina eran de mayor edad, con más años de evolución de la diabetes y peor control glucémico. La insulina se asoció de forma independiente con un mayor riesgo de hospitalización por insuficiencia cardiaca o muerte cardiovascular (HR 1,18) y de eventos cardiovasculares mayores (MACE) (HR 1,22), incluso tras ajustar por factores de confusión. En cambio, la aparente reducción de riesgo observada con metformina en los análisis simples desapareció tras el ajuste multivariable.
En resumen, en pacientes con DM2 y alto riesgo cardiovascular, la insulina en monoterapia se asocia de forma independiente con mayor riesgo cardiovascular y de insuficiencia cardiaca, mientras que la canagliflozina atenúa este riesgo aumentado.
Association between self-reported physical activity and cardiovascular events and all-cause mortality in individuals recently diagnosed with type 2 diabetes
Un estudio prospectivo del Danish Centre for Strategic Research in Type 2 Diabetes (DD2) fue presentado por la Dra. L.B. Eriksen del Steno Diabetes Center Copenhagen, que evaluó a 11.355 personas con DM2 de diagnóstico reciente (2010–2023) y sin antecedentes de enfermedad cardiovascular (ECV), para analizar la relación entre actividad física y riesgo cardiovascular.
La actividad física autodeclarada se clasificó en tres niveles: sedentaria, ligera y moderada-vigorosa. Durante un seguimiento medio de 8,4 años, se registraron 1.146 eventos cardiovasculares y 1.041 muertes.
Los resultados mostraron que quienes realizaban actividad ligera o moderada-vigorosa presentaban un 20% y 23% menos riesgo de MACE, y un 22% y 31% menos riesgo de mortalidad, respectivamente, frente a los sedentarios. Tras ajustar por factores de riesgo cardiovascular clásicos, solo la actividad física moderada a vigorosa (MVPA) mantuvo una asociación significativa (HR para MACE: 0,7; HR para mortalidad: 0,69). Estas asociaciones se mantuvieron incluso tras ajustar por factores de riesgo cardiovascular clásicos, mientras que la actividad ligera perdió significación estadística.
Incluso niveles modestos de actividad física en personas recién diagnosticadas con DM2 se asocian con menor riesgo cardiovascular y de mortalidad. La intensidad moderada a vigorosa ofrece mayores beneficios, pero cualquier movimiento cuenta.
Lema: “Hacer algo siempre es mejor que no hacer nada.”
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