19 de septiembre de 2025

EASD 2025.- El bienestar emocional de la persona con diabetes es tan importante como el control glucémico

 
Assessment and management of diabetes distress: the EASD’s first clinical practice guideline. Wednesday, September 17, Paris Hall

Comentario del Dr. Javier Díez Espino (@DiezEspino)

El bienestar emocional de las personas diagnosticadas de diabetes, como también en el caso de otras patologías crónicas, es un asunto que requiere de una mayor atención
por parte de los profesionales de la salud que muchas veces estamos demasiado centrados en los aspectos más técnicos de control de la enfermedad y muy poco en el sufrimiento que ocasiona la misma a la persona. El temor a las complicaciones, el dolor de las digitopunciones, la inyección de insulina (INS), la complejidad de sensores y bombas de infusión, el miedo al rechazo social... Todo esto ¿es inevitable? ¿Qué más podemos hacer?

Convivir con diabetes es añadir complejidad y modificación de prioridades a la vida, ya de por sí compleja. Para abordar el distrés relacionado con la diabetes, en primer lugar, hay que reconocerlo, reconocer que existe, detectarlo, intervenir y establecer un adecuado seguimiento. ¿Estamos preparados para ello? ¿Disponemos de las herramientas adecuadas para intervenir? (Sigue leyendo...)

La Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) publica por primera vez una guía de práctica clínica. Esta guía está centrada en el reconocimiento y manejo de distrés relacionado con la diabetes, tanto DM1 como DM2. Se ha elaborado siguiendo los estándares internacionales (GRADE, RIGHT) y con participación activa de personas con experiencia vital de DM1 y DM2.
En ella, en síntesis, se recomienda integrar este aspecto en la práctica clínica habitual:
  • El reconocimiento de la carga emocional de la diabetes es fundamental para la atención, incluso con los avances de la terapia y de la tecnología.
  • La evaluación rutinaria y periódica del distrés por diabetes, preguntando de forma abierta sobre el impacto emocional.
  • Se recomienda el uso de herramientas validadas y registro de los resultados en la historia clínica y discutiéndolos de forma abierta con la persona.
  • Un manejo personalizado y centrado en la persona que incluya intervenciones psicológicas y psicoeducativas basadas en la evidencia, adaptadas según el tipo de diabetes y categoría de intervención. Incluyendo terapias estructuradas, apoyo entre pares y apoyos tecnológicos.
  • Integración de la atención mediante un enfoque integral de la atención de la persona con diabetes que aborde tanto el control de la glucosa como la experiencia vivida y el bienestar emocional.

Pero esto solo es una síntesis, recomiendo revisar el documento.

Como ejemplo, una pregunta planteada en la guía: ¿Debe usarse la administración automatizada de insulina para reducir el distrés por diabetes en adultos con DM1?
En base a los estudios existentes, no se sugiere usar sistemas de administración automatizada de insulina (SAI) con el fin de reducir el distrés por diabetes en adultos con DM1, pero no se consideran otros beneficios que sí pueda aportar. Con un grado de recomendación (GRADE) moderada en base a 4 ensayos clínicos con N=484 adultos con DM1, de los cuales 310 recibieron SAI y presentaron una diferencia mínima sin beneficio significativo (SMD -0,05; IC95%: -0,26 a 0,16). En resumidas cuentas, los SAI no han demostrado ser eficaces en la reducción del distrés por diabetes, aunque podrían tener beneficios en otras variables no evaluadas en la guía.

¿En quiénes no está indicada la aplicación de esta guía?
En niños y adolescentes, en diabetes gestacional y en otros tipos de diabetes.

Conclusiones
Faltan evidencias sobre la efectividad de muchas de las intervenciones, especialmente en lo que respecta a DM1, y por otra parte, en los existentes con frecuencia el distrés por diabetes es un evento secundario o terciario. Por tanto, hacen falta más estudios de calidad que nos ayuden a comprender en profundidad el problema y establecer medidas eficaces que contribuyan al bienestar de las personas con diabetes.

La metodología GRADE y la inclusión de revisiones sistemáticas aumentan la solidez del documento, aunque la baja calidad de la evidencia disponible limita la fuerza de varias de las recomendaciones. Aun así, esta guía representa un avance para estandarizar la atención emocional en diabetes, que como hemos comentado más arriba, ha sido históricamente descuidada.

Es un gran primer paso para que los profesionales nos sensibilicemos e intervengamos, pero no acaba aquí, harán falta más pasos en esta línea.
Seguro que dará pie a más investigación y a la aparición de otras guías a nivel nacional e internacional.

Mediante el QR del encabezado también se puede acceder al borrador de la guía, que admitirá sugerencias hasta el 31 de octubre. Fecha prevista de publicación definitiva: a primeros de 2026. 

Ahora es vuestro turno.


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