21 de septiembre de 2025

EASD 2025.- ¿Depende la sarcopenia inducida por incretinas del fármaco que usamos?


Incretin associated sarcopenia: Does it matter which drug we use? Wednesday, 17 Sep. Spotlight

Comentario del Dr. Carlos Hernández Teixidó (@carlos_teixi)

En los últimos años hemos visto cómo la preocupación por la sarcopenia inducida por los arGLP-1 y GIP/GLP-1 ha podido incluso desalentar su uso en ciertos pacientes tipo. La duda que genera puede ser razonable. Hacemos perder peso al paciente, pero también disminuimos su masa muscular. ¿Es esto aceptable? ¿Podemos hacer algo? ¿Depende del fármaco que se use o es una derivada de la pérdida de peso sin más?

En esta mesa celebrada en el Congreso del EASD (European Association for the Study of Diabetes) 2025 celebrado en Viena, se preparó un debate a dos entre el Dr. Riccardi (Italia) y el Dr. Haluzík (Rep. Checa) donde el primero tuvo que defender que la pérdida de masa muscular derivaba de la pérdida de peso per se, y el segundo que es el fármaco el que hacía que ese paciente pudiera entrar en sarcopenia. (Sigue leyendo…)

El Dr. Riccardi comenzó la presentación recordando cómo se valora la sarcopenia. La fuerza muscular nos aporta un probable diagnóstico. Si lo acompañamos de masa muscular medida por imagen podemos tener el diagnóstico de confirmación. Y si lo acompañamos de la forma física del paciente podemos llegar al diagnóstico de sarcopenia grave. No todas las personas tienen la misma fuerza muscular o masa corporal y esta, además, es influenciada por muchas enfermedades. La DM2 (diabetes mellitus tipo 2), sin ir más lejos, es una de ellas.

La base principal de este argumentario es que la masa muscular es influenciada por enfermedades, el sexo y en mayor medida por el peso del propio paciente. Pacientes con obesidad precisan de más masa muscular y más fuerza muscular para moverse, y por tanto, al perder peso equilibran la masa muscular que necesitan. De hecho, al valorar la pérdida de masa muscular en pacientes que pierden peso por dieta, por incretinas y por cirugía metabólica, la correlación es la misma. Perder peso implica perder músculo.

Al evaluar fármacos como liraglutida o tirzepatida (TIRZE), se pierde igualmente el mismo volumen muscular por cada kg de peso total perdido (0,07 L por cada kg de peso aproximadamente). Incluso dentro del mismo fármaco, al comparar los pacientes que pierden más peso frente a los que pierden menos, la proporción de masa muscular perdida es muy similar. Los kg de masa muscular perdida es en torno al 27–31% de la pérdida total del peso.

En el lado contrario de la mesa, el Dr. Haluzík abogó por la importancia del fármaco empleado en la inducción de sarcopenia. El primer punto al que hizo referencia es que los estudios miden la sarcopenia de diferentes formas, y en ocasiones usamos el término masa muscular con masa no grasa (que incluye órganos) y no deben ser intercambiables.

Cuando compara la parte fisiopatológica de los arGLP-1 frente a los GIP/GLP-1 hizo hincapié en que los receptores GIP actuaban en el tejido adiposo y por tanto debían existir diferencias entre un grupo farmacológico y otro, dado que los segundos aportaban un mecanismo extra para perder masa grasa sin perder músculo.

Es curioso que ambos ponentes usaran un mismo estudio para abogar por posturas diferentes. El primero, daba como similares las pérdidas entre el 27–31%; y el segundo, las daba como muy diferentes. Realmente se trata de un estudio de menos de 100 pacientes y bastante modesto, pero es de lo poco que hay que compare la pérdida entre semaglutida y tirzepatida (Heisel et al. Diabetes Care 2023).

El ponente aportó, por último —quizá lo que más peso da a su postura— un metaanálisis en que (sin comparar head to head), la masa muscular perdida por semaglutida 2,4 mg era de -3,5 kg, por tirzepatida 15 mg de 1,84 kg, por liraglutida 3 mg de 1,7 kg y por semaglutida 1 mg era de 1,22 kg.

En conclusión, seguimos teniendo datos escasos que apoyen cualquiera de los dos puntos de vista. Podemos pensar que la pérdida de masa muscular es testigo único de una pérdida de peso y del equilibrio que hace el organismo. Pero también podemos pensar que el uso de arGLP-1 difiere de los GIP/GLP-1 en cuanto a masa muscular perdida. De lo que no cabe duda es que tenemos que buscar sarcopenia de manera regular en cualquier paciente con DM2 y específicamente en pacientes que pierden peso.

Seguro que en un futuro podremos tener estudios que nos saquen de dudas.

Cuídense.

No hay comentarios: