¿Qué grado de consecución de objetivos de control tienen nuestros pacientes con diabetes tipo 2 (DM2) en España? En nuestro país la responsabilidad de la atención a las personas con DM2 recae fundamentalmente en la Atención Primaria. En diversos estudios publicados a lo largo de los años el nivel de control de HbA1c de los pacientes con DM2 en España es, en general, superior al de los países de nuestro entorno y ha ido mejorando, aunque ciertamente nos gustaría que fueran todavía mejores.
La incorporación, en los últimos lustros, de nuevas estrategias terapéuticas con fármacos que no solo contribuyen a un mejor control glucémico sino también a la reducción del peso y de eventos cardiovasculares (EvCV) y renales abre nuevas oportunidades de mejora. Pero, ¿las estamos aprovechando? (Sigue leyendo...)
El objetivo principal del estudio fue analizar el control glucémico, del peso corporal en personas con DM2 y los patrones de prescripción en Atención Primaria. Se trata de un estudio transversal sobre las historias clínicas informatizadas de 5009 pacientes con DM2 seleccionadas de forma aleatoria.
En cuanto al tratamiento, el 13,2% de la muestra solo recibía terapia de estilo de vida, el 76,5% recibía metformina -MET-, el 37,6% iSGLT2, el 32,2% iDPP-4, el 12,2% arGLP-1, el 18,9% insulina -INS-, el 6,5 % sulfonilureas -SU- y el 1,3 % glitazonas -PIO-. La HbA1c fue inferior al 7% en el 57,7% de los pacientes y el 62,3% cumplió con sus objetivos individualizados de HbA1c. En general, el 42% de la población tenía obesidad (45,6% de mujeres frente al 39,1% de hombres; p = 0,001). Las tasas de obesidad disminuyeron con la edad en ambos sexos. No se observó asociación entre obesidad y mal control glucémico (HbA1c <7 %) (43,5% frente al 41,4%; p = 0,17).
Los autores concluyen que en 2022 más del 60% de las personas con DM2 atendidas por médicos de familia en España cumplieron con sus objetivos individualizados de control glucémico, pero que sólo una de cada tres tenía un buen control glucémico sin obesidad. Aun así, los datos son algo mejores que en otros estudios publicados. El uso de fármacos con beneficios cardiorrenales, en particular iSGLT2, pero también arGLP-1, es superior a los datos publicados previamente en países de nuestro entorno.
Se trata de un estudio muy amplio, con una selección aleatoria de pacientes, con la participación de un numeroso grupo de investigadores de todo el país, aunque como todo estudio transversal y de participación voluntaria, no está exento de limitaciones y posibles sesgos. Podríamos decir que los profesionales participantes estaban especialmente interesados en la DM2 y los resultados corresponden a pacientes muy bien tratados, pero la aleatorización y el hecho de que no fueran exclusivamente sus pacientes reduce el sesgo de selección. La coherencia con estudios anteriores nos permite concluir con poco margen de error que representan la realidad. Por otra parte, al realizarse sobre historia clínica, el porcentaje de datos perdidos (missing) puede ser más elevado, especialmente en lo referente a datos socioeconómicos, adherencia al tratamiento, a la dieta o al ejercicio, siendo mayores de lo deseable y poniendo en evidencia un infrarregistro y un elemento a mejorar en nuestra práctica.
Entre los resultados, merece especial comentario el que, si se tiene en cuenta un nivel subóptimo de control de HbA1c 7-7,5%, que es del 16% de la muestra, el porcentaje de pacientes con niveles por debajo de esa cifra se acerca al 75% y que el nivel extremo de mal control (HbA1c >9%) es de un 6,6%, inferior a los últimos datos publicados en España en 2018 y muy inferior al de estudios realizados en otros países.
Llama la atención que los pacientes en tratamiento con fármacos con riesgo de hipoglucemia (SU, glinidas e INS) presentan un mayor riesgo de mal control. Los autores sugieren que fármacos como los iSGLT2 y los arGLP-1 pueden estar en la base de la mejora de control glucémico, ya que se ha incrementado su uso significativamente respecto a estudios anteriores, pero aún de forma insuficiente, dados los beneficios que aportan en lo referente al control glucémico, la pérdida de peso, así como al riesgo CV y renal. Las condiciones administrativas establecidas para la financiación de los arGLP-1 o valoraciones negativas al uso de los iSGLT2 durante años han condicionado su empleo, aunque ante el avance de las evidencias ha aumentado su prescripción.
Pero no podemos olvidar que una Atención Primaria potente, como lo es de hecho la de nuestro país, con profesionales competentes e implicados y que siguen las guías de práctica clínica elaboradas por las sociedades científicas nacionales e internacionales, está en la base de estos resultados que, aunque siempre mejorables, se encuentran a la cabeza de los países de nuestro entorno.
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