La enfermedad renal diabética (ERD) afecta a casi el 40% de los pacientes con diabetes (DM). La ERD es una de las principales causas de enfermedad renal terminal (ERT) y va acompañada de un aumento de la morbilidad y la mortalidad cardiovasculares (MCV). Intervenciones multifactoriales sobre la ERC dirigidas al control de la glucemia, la presión arterial (PA) y los lípidos, han demostrado ralentizar la enfermedad renal crónica (ERC), así como reducir los eventos cardiovasculares (EvCV).
La piedra angular del tratamiento de la ERC con albuminuria sigue siendo la inhibición del sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAAS), ya que en los ensayos controlados aleatorizados (ECA) a gran escala en pacientes con DM y ERC establecida, los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) y los antagonistas de los receptores de la angiotensina (ARA-2) redujeron significativamente la progresión a la ERT en comparación con el placebo. (Sigue leyendo...)
Otra diana terapéutica importante son los receptores mineralocorticoides que, al ser activados por hormonas como la aldosterona, juegan un papel crucial en la regulación del equilibrio de sodio y agua, así como en la PA. La activación excesiva de estos receptores puede contribuir a diversas patologías, incluyendo la hipertensión (HTA), la fibrosis cardíaca y renal, y la enfermedad cardiovascular (ECV). Para inhibir la acción de la aldosterona utilizamos los antagonistas esteroideos de los receptores de mineralocorticoides (ARM esteroideos), como la eplerenona y la espironolactona. Aunque los ARM esteroideos son generalmente bien tolerados, pueden causar efectos secundarios como la hiperpotasemia.
Pero ha aparecido una nueva opción, la finerenona que es un antagonista selectivo no esteroideo de los receptores de mineralocorticoides (ARM no esteroideo). La finerenona actúa bloqueando selectivamente los receptores mineralocorticoides, lo que ayuda a reducir los efectos nocivos de su activación excesiva sin los efectos secundarios asociados a los ARM esteroideos, como hiperpotasemia y problemas renales.
La finerenona añadida a los cambios en el estilo de vida y otros medicamentos que controlan la glucemia, la presión arterial y el perfil lipídico, ha demostrado reducir significativamente la progresión de la ERD y los EvCV en personas con DM2 y ERD avanzada en dos ensayos recientes, el FIDELIO-DKD (Finerenone in Reducing Kidney Failure and Disease in Finerenone in Diabetic Kidney Disease) y el FIGARO-DKD (Finerenone in Reducing Cardiovascular Mortality and Morbidity in Diabetic Kidney Disease).
Sin embargo, aún quedan aspectos sin resolver en el abordaje de la ERD. Se ha detectado la coexistencia de varios perfiles de pacientes: el fenotipo clásico de ERD, que es el caracterizado por una albuminuria persistente y un descenso progresivo de la tasa de filtrado glomerular (TFG), pero cada vez es más frecuente en los pacientes con DM2, sobre todo entre las mujeres, el fenotipo no albuminúrico, caracterizado por una TFG reducida sin albuminuria. Lamentablemente en FIDELIO-DKD y FIGARO-DKD sólo se reclutaron pacientes con el fenotipo clásico de ERD. Para estudiar a pacientes con diferentes patrones de ERD se ha puesto recientemente en marcha el estudio FINE-REAL (Finerenona en un entorno de atención médica de rutina). Este estudio, realizado en vida real, prevé reclutar durante 12 meses a unos 5.500 pacientes de 22 países, y ha sido diseñado para evaluar el tratamiento de la finerenona en pacientes DM2 con ERD, definidos por una combinación de (HTA, ECVr, insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular), y asociados a fármacos, como los iSGLT-2, arGLP-1, estatinas, antihipertensivos, ARM esteroideos, y la finerenona.
En resumidas cuentas, la finerenona representa un avance significativo en la terapéutica de la ERC y las ECV asociadas, especialmente en pacientes con DM2, ofreciendo una opción más segura y efectiva para el manejo de estas condiciones complejas y potencialmente mortales.
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