La metformina y las enfermedades neurodegenerativas
En general se admite que la MET sería beneficiosa a nivel neurodegenerativo cerebral pues actúa sobre la inflamación, la glucosidación, la coagulación, y la insulinorresistenia, dentro lo conocido como diabetes tipo 3 (DM3). Sin embargo, hemos comentado como la MET es capaz de producir en alrededor de un 20% déficit de vitamina B12 en personas con DM2 en tratamiento con ésta lo que pudiera relacionarse con alteraciones cognitivas y neuropáticas, lo que parece un contrasentido.
Ya comentamos como Imfeld P et al utilizando datos de United Kingdom-based General Practice Research Database (GPRD) sugirió que la MET en mayores de 65 años incrementaría el riesgo de EA, odds ratio (OR) 1,71, cuando se la comparaba con otros fármacos antidiabéticos, y que otros autores como Moore EM et al mostraran como el tratamiento MET conduciría a un OR 2,23 (IC 95% 1,05–4,75) de empeoramiento cognitivo en paciente con DM que la consumían. En este sentido, en modelos animales, leemos como las observaciones son contradictorias, desde ser la MET capaz de aumentar la producción de las sustancias beta-amiloides, a mejorar la regulación al alza de la dopamina en cierto tipo de ratas, al tiempo que mejora la deposición de las placas betaamiloides en ratones, según leemos, lo que no deja de ser desconcertante.
Si que es cierto que el clásico Diabetes Prevention Program Outcomes Study (DPPOS) en 2.280 pacientes no encontró diferencias entre las ramas de modificación de los estilos de vida (MEV) o de MET.
Según un estudio que comentamos hace un tiempo de de Scherrer JF et al en individuos del Veterans Health Administration (VHA) entre los años 2000 a 2015 se demostró como iniciar el tratamiento con MET frente a hacerlo con SU estaría asociado con un significativo menor riesgo (hasta un 40% de reducción) de padece demencia en pacientes afroamericanos, sobre todo entre los 50-64 años de edad.
Con esta introducción nuestro comentario es más general y sobre las enfermedades neurodegenerativas (END), o aquellas alteraciones progresivas del sistema nervioso central (SNC) a consecuencia de una pérdida de la estructura y función neuronal debido a diversas causas, sean genéticas o debidas a factores ambientales, y básicamente relacionadas con la edad. Dentro de éstas a parte de las demencias con la EA, y los trastornos cognitivos, estaría la enfermedad de Párkinson (EP) y otras.
La idea fué valorar la posibilidad de que la MET pudiera tener efectos neuroprotectores.
Un estudio realizado siguiendo una metodología según la Guía de Práctica Clínica (GPC) Meta-analysis of Observational Studies in Epidemiology (MOOSE) y los protocolos del International Prospective Register of Systematic Reviews (PROSPERO) sobre artículos identificados a partir de las bases de datos médicas PubMed, EMBASE y la Cochrane Library hasta marzo del 2021. Se calcularon los riesgos relativos (RR) según un sistema estadístico de efectos aleatorios, valorando las causas de las fuentes de heterogeneidad de los estudios y la fortaleza con ello de los resultados.
Se estudiaron a 12 cohortes de base poblacional que incluían a 194.792 individuos de los cuales 94.462 utilizaban MET y 100.330 que no, y que se incluyeron en el metaanálisis. Según éste, el efecto protector frente a la END fue de RR 0,77 (IC 95% 0,67–0,88) cuando se comparaba aquellos en tratamiento con MET frente a los que no en general.
El efecto fue más importante cuando el tratamiento se hizo durante largo tiempo (≥4 años) RR 0,29 (IC 95% 0,13–0,44) o en cohortes de pacientes asiáticos RR 0,69 (IC 95% 0,64–0,74).
Las estimaciones de los efectos de la MET sobre la prevención de la END se mantuvo estable según subtipos de END, el diseño de los estudios y las definiciones (p por interacción superior 0,05). La metaregresión no identificó los coeficientes y las fuentes de heterogeneidad (todo con p superior a 0,05).
Según este metaanálisis a partir de una revisión sistemática actualizada, la MET, sobre todo si se utiliza durante largo tiempo (más de 4 años), se asociaría con una reducción del riesgo de padecer END. Algo importante pues la DM en sí aumenta el riesgo de esta patología.
Con todo existe una cierta heterogeneidad entre los estudios lo que obligaría a comprobar estos resultados con estudios aleatorizados de alta calidad. Máxime cuando existen análisis anteriores que no apoyarían estas conclusiones, como el de Ping F et al que mostró como la MET tendría un efecto neutro con la END, odds ratio (OR) 1,04 (IC 95% 0,92–1,17) e incluso podría aumentar el riesgo de la EP OR 1,66 (IC 95% 1,14–2,42).
En otro sentido la alteración de la señalizacion de la insulina (INS) en el cerebro relacionada con la demencia en estos pacientes ha sido denominada, como hemos adelantado, como DM3, una situación en la que la MET sea por sus propiedades farmacológicas, hipoglucemianes, y en la mejora de la resistencia a la INS, de la deposición de las places betaamiloides.. podría condicionar sus efectos neuroprotectores,
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