ACC 2021: no existen diferencias en efectividad y seguridad entre las dosis de aspirina
Del ácido acetil salicílico (aspirina, AAS) hemos hablado en muchas ocasiones. Comentamos sobre la falta de datos que apoyen su utilización en prevención primaria al solaparse los riegos de eventos cardiovasculares (EvCV) y el riesgo de hemorragia, como señaló el estudio ARRIVE (Aspirin to Reduce Risk of Initial Vascular Events) sobre la eficacia de 100 mg de AAS frente a placebo en la reducción de la incidencia de infarto agudo de miocardio (IAM), accidente vásculo cerebral (AVC), en pacientes con riesgo coronario bajo o moderado. O el estudio Cardiovascular Events iN Diabetes (ASCEND) en 15.480 individuos con diabetes tipo 2 (DM2) con en la que AAS redujo el riesgo de eventos cardiovasculares (EvCV) en un 12% en personas con DM y sin EvCV previos y el Aspirin in Reducing Events in the Elderly (ASPREE) en pacientes mayores de 70 años que fue interrumpido al demostrarse que dosis de AAS no eran efectivas en la mejoría de la supervivencia de personas mayores en prevención primaria.
Y es que la dosis de la AAS ha sido algo que ha preocupado pues esta varían de los 75 a los 325 mg según países y Guías de Práctica Clínica (GPC), mostrando algún estudio (Rothwell et al), que ya comentamos, como ésta debería estar relacionada con el peso del paciente. Por ejemplo según los datos del National Cardiovascular Data Registry americano el 60% de los pacientes dados de alta por un IAM en dicho país llevaban una AAS a dosis de 325 mg.
El diseño utilizado que se aplicó intentó mantener la garantías de una evaluación en el mundo real, utilizando el sistema PCORnet, the National Patient-Centered Clinical Research Network como un sistema en red de 40 centros y 15.076 pacientes de EEUU durante un seguimiento medio de 26,2 meses (rango intercuartil de 19-34,9 meses). Los pacientes con ECVa se identificaron a partir de los registros informáticos institucionales.
La aleatorización distribuyó a 7.540 pacientes a AAS de 81 mg y a 7536 a AAS a 325 mg al día.
Todos los pacientes tenían alguna ECVa, algún factor de riesgo cardiovascular (FRCV) entre los que se incluía la edad (≥ 65 años), hábito tabáquico actual (9%), hipertensión arterial (HTA) (83%), insuficiencia cardíaca (IC) (23%), dislipemia (86%), diabetes mellitus (DM) (38%), fibrilación auricular (FA) (8%), accidente vásculocerebral (AVC) o enfermedad arterial periférica...
Al inicio del estudio la edad media de los individuos incluídos fue de 68 años (80% raza blanca y 31% mujeres). El 85% de los pacientes ya tomaban AAS a dosis de 81 mg antes de iniciarse el estudio y un cuarto de ellos terapia dual.
En los 26 meses no se observaron diferencias entre los grupos en el objetivo primario compuesto por MCC, hospitalización por IAM, o por AVC, que ocurrió en 590 pacientes (7,28%) del grupo de los 81 mg y en 569 (7,51%) del grupo de 325 mg de AAS, siendo el hazard ratio (HR) 1,02 (IC 95% 0,91–1,14, p 0,75).
En cuanto a la MCC se manifestó en un 3,8% en el grupo de 81 mg frente al 4,4% del grupo de 325 mg; el IAM en el 3 % frente a 2,9%, y en el AVC 1,2% frente a 1,3% respectivamente; lo que da cuenta de las escasas diferencias entre ambos.
En cuanto a los sangrados graves (requerir transfusión) ocurrió en el 0,6 % de cada grupo, siendo el HR de 1,18 (IC 95% 0,79–1,77). Por otro lado, fue significativo que aquellos que tomaban dosis de 325 mg día de AAS tuvieron mayor riesgo de cambiar de dosis que los de 81 mg (41,6 frente a 7,1%).
Concluyen que no habría diferencias en la efectividad y seguridad entre ambas dosis de AAS.
Las limitaciones de este ECA estarían fundamentalmente que se trata de un estudio en abierto lo que pudo afectar a la adherencia, cambio de dosis e interrupción del tratamiento.
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