23 de octubre de 2012

El estudio Look AHEAD ha sido detenido prematuramente

El estudio Look AHEAD ha sido detenido prematuramente
La pérdida de peso en corto espacio de tiempo tiene efectos beneficiosos en prácticamente todos los factores de riesgo cardiovascular (FRCV), especialmente en la hipertensión arterial (HTA) y las dislipemias (DLP). Sin bien es cierto, no se conocen a ciencia cierta sus efectos a largo plazo, sobre todo la mortalidad, pudiendo ser incluso paradójicos (aumento de la mortalidad). Por ello, en el 1997 el National Institutes of Health (NIH) y el  Centers for Disease Control and Prevention (CDC) propusieron el estudio Look AHEAD (Action For Health in Diabetes) con el que examinar los beneficios y riesgos de la pérdida de peso en diabéticos tipo 2 (DM2) y poder dar, a la sazón, recomendaciones generales en salud pública.
El estudio Look AHEAD  es un ensayo clínico aleatorizado (ECA) multicéntrico cuyo objetivo fue determinar los efectos de la intervención sobre los estilos de vida, sobre la meta de alcanzar y mantener la pérdida de peso, a lo largo del tiempo, mediante la restricción calórica  y el ejercicio físico en DM2. Los 5145  pacientes, proceso de estudio, estaban  afectos de DM2  y  obesidad (IMC ≥ 30) o sobrepeso (IMC 25-29), y sus objetivos  estuvieron relacionados con la  prevención de la morbi-mortalidad cardiovascular a lo largo del tiempo.
Sin embargo, según leemos el Look AHEAD Trial  ha sido detenido al no poder reducir o prevenir los eventos cardiovasculares (ECV) en los DM2. Ha fracasado, de alguna manera, al no encontrar beneficios entre las tasas de infarto agudo de miocardio (IAM), accidente vásculocerebral (AVC) u hospitalización por angina de pecho, entre los pacientes aleatorizados a tratamiento intensivo sobre los estilos de vida, frente a aquellos controles que siguieron exclusivamente consejos. Y todo ello independientemente de la reducción de peso y la mejora en la condición física de los DM2.
Según a lo que hemos tenido acceso, la intervención sobre la pérdida de peso fue de un 10% en el primer año, una reducción del 6,5% los siguientes tres años y de 5%, al finalizar los 11 años de seguimiento. En este sentido, tanto la HbA1c, la tensión arterial (TA), como la HDL-colesterol, y los triglicéridos mejoraron en el brazo de intervención sobre los estilos de vida; sin embargo, la LDL-colesterol permaneció invariable entre ambos grupos.  Lo que explicaría la falta de diferencias entre los ECV de los grupos.
Si bien es cierto que la modificación de los estilos de vida previene o retrasa la DM2, la reducción de peso exclusivamente, con dieta y ejercicio, no mejoraría el riesgo de ECV del DM2, según apuntan.
Malas noticias para aquellos que creemos firmemente en la utilidad de la modificación de los estilos de vida en la prevención de las complicaciones macrovasculares del DM2, y un paso más, aunque no lo queramos, hacia la medicalización del DM2, al no afectar estas medidas al LDL-colesterol, al parecer la responsable del fracaso del ECA.
Lo peor, el mensaje de que el esfuerzo en la modificación de los estilos de vida no se traduzca en mejoras evidentes a nivel cardiovascular. Habrá que “esperar y ver” como acaba este asunto.

Ryan DH, Espeland MA, Foster GD, Haffner SM, Hubbard VS, Johnson KC, Kahn SE, Knowler WC, Yanovski SZ; Look AHEAD Research Group. Look AHEAD (Action for Health in Diabetes): design and methods for a clinical trial of weight loss for the prevention of cardiovascular disease in type 2 diabetes. Control Clin Trials. 2003 Oct;24(5):610-28.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Javier Díez Dixit:
Antes que propnoer a nuestros pacientes que no hagan dieta y ejercicio debemos esperar y ver los resultados. Son 11 años de seguimiento y de aqui se sacarán conclusiones fijo. Probablemente el análisis ha sido por intneción de tratar. Los análisis factoriales nos darán luz. ¿Sabemos si los que lograron mejores resultados en las variables intermedias lograron reducir su tasa de eventos? Los tratamientos farmacológicos influyen mucho en los niveles de ldl-c ¿Se ha analizado ajustando por tratamiento?, son muchas preguntas que de momento no tiene respuesta.

Carlos dijo...

Carlos Ortega :
Los estudios epidemiológicos realizados sobre medidas no farmacológicas tienen en su mayor parte limitaciones relacionadas principalmente con los métodos de recogida de información, la presencia de sesgos, la falta de poder estadístico , la homogeneidad de hábitos alimentarios y de actividad física de los individuos participantes en los estudios , duración corta en los de intervención con dificultad en su seguimiento y el alto costo que suponen hacen que no dispongamos de una evidencia similar a cuando manejamos fármacos.
Por esto creo que hay que ser escéptico ante este tipo de trabajos .Puede que esté equivocado pero para “creerme” este trabajo tendría que leer la letra grande , la letra chica e incluso haber auditado el trabajo de investigación. Sabéis de la dificultad de cualquier trabajo de investigación , pues a esto se le suma que es sobre medidas no farmacológicas y a esto se le suma que tiene resultados de varios años ¿?

arodriguezpon dijo...

Aunque es cierto que la intervención no redujo la morbimortalidad cardiovascular, sí que se obtuvieron importantes beneficios para la salud en el grupo de intervención, como la reducción de la incidencia de la apnea del sueño, disminución de la necesidad de fármacos para controlar la diabetes, mejora de la movilidad de los pacientes y una mayor cualidad de vida. Al interrumpir el estudio en ambos grupos las cifras de glucemia, colesterol y presión arterial fueron similares pero el grupo de intervención necesitó menos fármacos (menos costes) para obtener los mismos resultados cardiovasculares. El dilema sería ¿administramos más fármacos, con el consiguiente aumento de los costes, o intensificamos los estilos de vida y administramos menos fármacos para obtener los mismos resultados cardiovasculares? Creo que la respuesta es evidente. En espera de la publicación del estudio yo no minusvaloraría estos resultados