El estudio PREDIMED (PREvención con DIeta MEDiterránea) revolucionó el panorama de las intervenciones nutricionales poniendo en la cúspide de la evidencia científica a la dieta mediterránea (DietMed), que es una dieta con abundante grasa (fundamentalmente aceite de oliva), como un patrón de alimentación saludable con numerosos beneficios: reducción de la incidencia de eventos cardiovasculares y muerte cardiovascular (30%), diabetes mellitus tipo 2 (DM2) (52%), arteriopatía periférica (34%), fibrilación auricular (38%), etc., frente a una dieta baja en grasas. Y todo ello en prevención primaria, con una población mayor con acúmulo de factores de riesgo cardiovascular, y en España, lo que hubiera podido minimizar los resultados. Por cierto, con la participación de más de 200 Centros de Salud sin cuya implicación hubiese sido imposible el estudio. Una diferencia de tan solo 2 puntos entre los grupos de intervención (aceite de oliva virgen extra -AOVE- y frutos secos) frente al control en el cuestionario de 14 puntos elaborado y validado para el estudio, fue suficiente para demostrar el efecto, que fue más intenso cuanta mayor puntuación en el cuestionario, y lo que es más, sin aumento apreciable de índice de masa corporal. A partir de ahí, la DietMed figura como un patrón de alimentación recomendable en todas las guías de las sociedades científicas del ramo.
Pero el grupo investigador, en el que participan nuevamente numerosos Centros de Salud y profesionales de Atención Primaria, dio otra vuelta de tuerca al tema y se planteó un nuevo reto, el estudio PREDIMED-PLUS (todavía en curso), un ensayo aleatorizado 1:1, controlado, ciego simple, en el que se compara el consejo intensivo con DietMed (ad libitum) frente a la DietMed con una restricción calórica de 600 kcal/d (DietMedRC+AF) y aumento de la actividad física. De este estudio ya se han publicado varios trabajos a la espera del estudio principal. (Sigue leyendo...)
Este trabajo es un análisis secundario de PREDIMED-PLUS centrado en el impacto de la intervención en la reducción de DM2, que ha merecido un editorial de la revista Annals of Internal Medicine.
En este estudio se incluyeron 4746 adultos de 55 a 75 años con síndrome metabólico y sobrepeso u obesidad, sin enfermedad cardiovascular previa ni diabetes. La intervención fue realizada por dietistas.
Después de 6 años, la diferencia de riesgo absoluto ajustada para la diabetes incidente entre el grupo de intervención con DietMedRC+AF y el grupo de control fue del 2,4% (IC del 95%: 3,1% a 1,8%), lo que corresponde a una reducción del riesgo relativo del 31% (IC del 18% a 41%) en el grupo de intervención en comparación con el grupo de control. Cabe destacar que se observó un mayor efecto en los hombres que en las mujeres. Se observó una mayor adherencia a la DietMedRC+AF, mayor actividad física en el grupo de intervención. Asimismo, este grupo presentó mayores reducciones de peso (3,7% vs 0,6%) y perímetro de cintura (-3,6 cm vs -0,1 cm).
Concluyen los autores que una intervención intensiva con la DietMedRC+AF, que incluía reducción calórica, actividad física y una pérdida de peso moderada, resultó más eficaz que una DietMed ad libitum para reducir la incidencia de DM2 en personas con sobrepeso/obesidad y síndrome metabólico.
Conseguir estos resultados en población mayor, comparando la DietMedRC+AF frente a un patrón dietético con una sólida evidencia de resultados también en una población mayor, no era fácil. Pero las conclusiones son muy sólidas, gracias a un buen diseño.
Como debilidades, destacar que se trata del análisis de una variable secundaria, que es un estudio a ciego simple (difícil en un ensayo nutricional hacerlo a doble ciego) y que la adherencia a la dieta es autorreferida (una escala de 17 puntos en el caso del grupo de intervención y otra de 14 puntos en el de control).
Uno de los aspectos importantes para que las conclusiones del estudio puedan generalizarse a otras poblaciones, y que es comentado en el editorial, es que este estudio se realiza en una zona y con una población mediterránea, con lo que la accesibilidad de la mayor parte de la población en otras zonas del globo a los productos clásicos de la DietMed, esencialmente el AOVE, es limitada tanto por escasez como por precio. Ciertamente, al ser población mayor los resultados pueden no ser extrapolables a otros grupos de edad.
Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de trasponer, de forma efectiva, a la práctica diaria las conclusiones del estudio es que es muy importante el número de contactos de refuerzo con dietistas para conseguir cambios y mantenimiento de los hábitos saludables propuestos, naturalmente más frecuentes que los que podemos ofrecer desde la Atención Primaria en las actuales circunstancias. Esto ya se observó en otros estudios como el Diabetes Prevention Program (DPP) y en Finnish Diabetes Prevention Program. Mayor número de contactos, mejores resultados.
Estos resultados, a pesar de las limitaciones comentadas, deben constituir un estímulo para avanzar en la implementación de estrategias que nos permitan transponer lo observado a la práctica diaria. La DietMed es un excelente patrón de alimentación y sus beneficios, muchos y, si el paciente pierde peso y hace ejercicio, todavía mejor. Y eso con pérdidas relativamente modestas de peso y perímetro de cintura.
Y, para finalizar, como decíamos en otro post sobre la pirámide de la DietMed:
La DietMed tradicional, en estos momentos que se observan los cambios acelerados en el clima, se considera más sostenible para el planeta. Por todo ello, las políticas de fomento del seguimiento por la población de un patrón de DietMed adaptado culturalmente a las diversas poblaciones debería ser una prioridad, una dieta “planeterránea” ante el avance de una dieta cada vez más “occidentalizada”.
Estruch R, et al. Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet Supplemented with Extra‑Virgin Olive Oil or Nuts. N Engl J Med. 2018 Jun 21;378(25):e34. doi:10.1056/NEJMoa1800389. PMID: 29897866.

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