29 de diciembre de 2024

Dudas sobre la eficacia de los trasplantes de microbiota y probióticos en el control de la DM2


Comentario del Dr. Javier Díez Espino (@DiezEspino)

La relación entre la microbiota intestinal, la resistencia a la insulina (RI), el desarrollo y control de la diabetes tipo 2 (DM2), pero también de la obesidad, el intestino irritable y otras patologías, es un tema muy actual.

El objetivo de este estudio, realizado en Málaga por el equipo del Dr. Tinahones, fue determinar el resultado del trasplante de microbiota fecal (TMF) de sujetos sanos y delgados en pacientes con DM2 en tratamiento únicamente con metformina. (Sigue leyendo...)

Se trata de un ensayo clínico de fase II, aleatorizado, simple ciego y de brazos paralelos. Veintiún sujetos [12 hombres (57,1 %) y 9 mujeres] fueron asignados al azar a TMF de donantes delgados, un probiótico (Lactobacillus delbrueckii spp. Bulgaricus LB-14) o placebo. La edad media al inicio del estudio fue de 62,5 ± 5,8 años y el índice de masa corporal (IMC) fue de 32,4 ± 2,4 kg/m². Se determinaron medidas antropométricas, variables bioquímicas, una prueba de tolerancia oral a la glucosa (TTOG) y un análisis de microbiota en heces (basal, a las 4 y a las 12 semanas).

Los cambios en el TMF se produjeron a expensas de las especies encontradas en el donante. No se hallaron diferencias en el peso, IMC, HbA1c o los resultados del TTOG e insulina entre los grupos después de la intervención, aunque se observó una disminución del ácido úrico en el grupo de probiótico (−0,5 mg/dL; p = 0,037) y un leve aumento de HbA1c en el grupo TMF (+0,25 %; p = 0,041).

Los autores, que reconocen las limitaciones del estudio (muestra pequeña, pacientes en tratamiento con metformina, tiempo de estudio limitado), concluyen que, en este estudio, ni el TMF de donantes sanos y delgados ni un probiótico fueron efectivos para mejorar la sensibilidad a la insulina y la HbA1c en pacientes con DM2, aunque sí se produjeron cambios en el TMF a expensas de las especies encontradas en los donantes.

No obstante, en el metaanálisis realizado por Yang et al., publicado en abril de 2024, se observó que en pacientes con DM2, el tratamiento con TMF puede reducir los niveles de la glucemia postprandial, los triglicéridos, el Homeostasis Model Assessment of Insulin Resistance (HOMA-IR), colesterol total, alanina aminotransferasa (ALT) y la presión arterial diastólica, especialmente en el régimen de tratamiento combinado con fármacos y dieta. Además, el TMF puede remodelar la flora intestinal y establecer el equilibrio de la flora dominante.

Es evidente que no conocemos todo lo referente al importante papel que tiene la microbiota en la salud humana y, por ello, su relación con una dieta saludable y la eficacia de medidas tales como el TMF de personas sanas o el uso de probióticos pueden dar resultados contradictorios en los estudios publicados. Es posible que la microbiota de todos los donantes sanos no sea igual de efectiva en todos los receptores y que, además, influyan en ello factores genéticos y epigenéticos. Nos queda mucho por aprender sobre la microbiota y cómo cuidar a esos miles de millones de socios intestinales que velan por nuestra salud.

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