1 de julio de 2024

ADA 2024- DM2 y ejercicio. ¿Dónde estamos? Fármacos incretínicos, sarcopenia y ejercicio




Comentario de Fátima Villafañe Sanz (@FatimaVillaf) 

La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica muy relacionada con la obesidad o adiposidad por lo que se ha postulado un cambio de la manera de intervenir sobre estas personas consistente en comenzar el tratamiento actuando sobre la pérdida de peso y no hacerlo por un control específicamente dirigido a la glucemia. Esto se debe a que reducciones significativas de peso han demostrado mejorar tanto los aspectos del metabolismo de la glucosa, como los relacionados con otras comorbilidades como la adiposidad, la presión arterial, el riesgo cardiovascular, el perfil lipídico, la hepatopatía, etc. Para lograr la pérdida de peso se plantean varias intervenciones simultáneas: dieta adecuada, ejercicio físico estructurado, fármacos y cirugía metabólica. 

No obstante, tenemos que contar con que, la pérdida de peso implica perder tanto masa grasa como magra que agrupa al tejido muscular esquelético, la masa ósea y los fluidos. El resultado, la sarcopenia, situación que se define como disminución de la masa, la fuerza y la función muscular. Pero esta sarcopenia no solo aparece cuando se producen pérdidas importantes de peso, sino también va de la mano de la obesidad de manera que el tejido graso sustituye al no graso. (Sigue leyendo...)

Y sobre esta trama habló el Dr Samuel Klein. Hizo referencia al ejercicio, la sarcopenia y a las medidas dirigidas a buscar la reducción de peso para conseguir beneficios cardio-renales-metabólicos, mejorar la resistencia a la insulina (RI), la enfermedad hepática no alcohólica, los parámetros lipídicos, etc. Dialogó sobre ejercicio físico, fármacos incretínicos y cirugía metabólica, intervenciones que han demostrado alcanzar pérdidas de peso importantes de más de un 10-15% del peso inicial, que hasta hace un tiempo eran solo conseguidas por la cirugía y que actualmente se están logrando con fármacos. Pueden conducir a la remisión de la DM2 definida como la persistencia, durante más de 2 meses, de cifras de hemoglobina glicada (HbA1c) menor de 6,5% estando el paciente sin tratamiento farmacológico hipoglucemiante. 

Pero todos estos beneficios, como podréis deducir con lo citado en la introducción, tienen el inconveniente de la pérdida de masa magra, pérdida que varía en función del sexo y el índice de masa corporal (IMC) siendo mayor en personas con obesidad. Simultáneamente, se ha observado que todos los tratamientos dirigidos a la pérdida de peso llegan a un periodo de meseta que se alcanza antes con las medidas conservadoras de dieta y ejercicio, pero que se ven en todas las intervenciones. El ponente nos expone un estudio en el que, a partir de un estimador matemático se determina el tiempo que una persona podría tardar en alcanzar la meseta tras iniciar un tratamiento cualquiera dirigido a la pérdida de peso. Para sobrepasar esta meseta será necesario intensificar el tratamiento y combinar varias intervenciones. 

Y la Dra. Melissa L Erickson, segunda ponente de la conferencia a la que hago referencia en este comentario, amplía lo reflejado por el Dr Klein al analizar cuándo y cómo es más favorable practicar actividad física para conseguir los mejores resultados tanto en lo que a parámetros glucémicos supone como en el peso y otras comorbilidades. Dividió su sesión en tres partes. En la primera habló de cómo debe de planificarse el ejercicio para conseguir los mejores resultados. Concluyó que es más beneficioso, para mejorar la glucemia y la insulinemia realizar ejercicio estructurado con programas semanales en los que se aseguren 150 minutos de intensidad vigorosa-moderada evitando que se desarrolle en dos jornadas consecutivas y que combine ejercicio aeróbico y de fuerza. Aconseja que estos programas sean progresivos tanto en frecuencia como en intensidad. 

La segunda parte hace referencia al momento del día en el que se debería aconsejar hacer ejercicio. Entre los estudios realizados se ha podido ver una cierta ventaja si se realiza en las primeras dos horas después de las ingestas, pero no ha llegado a concluir tras cuál de las comidas el beneficio es mayor. Finalmente sobre en qué momento del día es más favorable practicar ejercicio. Si por la mañana o por la tarde. Y no ha encontrado resultados que puedan dirigir la balanza hacia un momento concreto en lo que a mejora de masa magra o de la funcionalidad se refiere. Sí que hay estudios que han demostrado que practicar deporte por la mañana puede relacionarse con menor riesgo de cardiopatía, mientras que realizarlo por la tarde podría mejorar la RI. 

En definitiva, está claro que una adecuada intervención en las personas con DM2 para mejorar los parámetros glucémicos y de peso debe incluir dieta y ejercicio además de los fármacos y otras intervenciones si es que se considerase necesario. Con los estudios que tenemos en el momento actual no hay un momento del día que haya ofrecido mayor beneficio que otro. Por tanto, concluye diciendo que el ejercicio sí y en cualquier momento. Lo más importante es ejercitarse. 
 


Hall KD. Physiology of the weight-loss plateau in response to diet restriction, GLP-1 receptor agonism, and bariatric surgery. Obesity (Silver Spring). 2024 Jun;32(6):1163-1168. doi: 10.1002/oby.24027. Epub 2024 Apr 22. PMID: 38644683; PMCID: PMC11132924.

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