¿El COVID-19 ha creado un nuevo tipo de diabetes mellitus?
Los números nos dicen que el porcentaje de pacientes ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y que además tienen la diabetes tipo 2 (DM2) no es desdeñable. En post anteriores vimos como en China sobre una muestra de 1.099 pacientes ingresados con COVID-19 (Coronavirus Disease 2019) la Diabetes (DM) suponía el 27% de aquellos que ingresaban en la UCI, con ventilación asistida...frente al 6,1% de aquellos sin esta patología. Más cerca, en el mundo occidental sobre 7.162 pacientes según el Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos (EEUU) la DM se encontraba en el 24% de los pacientes no ingresados en la UCI y en el 32% de los que ingresaron por esta situación tenían DM. O, que de 9.371 con COVID-19 ingresados 3.490 (37%) pacientes con DM habían fallecido por esta condición en Nueva York. De lo que queda la impresión de un nexo que uniría ambas entidades, la DM y la infección por COVID-19.
En post anteriores vimos como existían vías fisio-patológicas compartidas entre la enfermedad DM2 y la infección por coronavirus (CoV), de modo que ciertos receptores comunes podrían condicionar mayor contagiosidad de la infección y gravedad de la misma una vez contraída. También se postuló que diversos fármacos utilizados en el paciente con DM2 podrían modificar su acción o incluso tener efectos adversos o beneficiosos, fueran los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 humana (DPP4) o aquellos que actúan sobre la enzima convertidora de la angiotensina 2 (ACE2). Y es que muchas células de cuerpo humano tiene receptores que facilitarían la entrada del CoV como las ACE2 y la proteasa transmembrana serina 2 (TMPRRSS2).
Tanto el ACE2 como la DPP4 tiene acciones metabólicas pleiotrópicas y se encuentran en los mecanismos que regulan la inflamación (quimiocinas, citocinas inmunomoduladoras), la homeostasis de la glucosa, la fisiología renal y cardiovascular (CV).
Estos tres receptores se encuentran no solo en el pulmón, si no en los intestinos, páncreas, riñón... Y sobre todo la ACE2 sobre el páncreas y los riñones.
Tanto la influencia de la infección sobre la insulinorresistencia periférica como el daño directo sobre el páncreas explicarían la respuesta exagerada hiperglucémica o su efecto diabetogénico en pacientes sanos.
En otros post comentamos un trabajo de Bruce Bode et al, un estudio retrospectivo observacional de pacientes con test del COVID positivo en los que se evaluó el control glucémico y los resultados clínicos en pacientes con o sin DM, o con o sin hiperglucemia aguda no controlada e ingresados entre marzo y abril del 2020. Según éste entre los 570 pacientes que murieron o fueron dados de alta, la tasa de mortalidad fue del 28,8% los pacientes con DM y/o hiperglucemia no controlada en comparación con el 6,2% de 386 pacientes sin DM o hiperglucemia (p inferior a 0,001). Que la tasa de mortalidad de los pacientes con DM y COVID-19 llegó a ser hasta 4 veces superior a la tasa de aquello ingresados sin DM o hiperglucemia. Así, colateralmente, la hiperglucemia tendría un papel fundamental en el pronóstico, de modo que un tratamiento efectivo glucémico prevendría el ingreso y la mortalidad de aquellos con DM.
Sin embargo, dirigimos el foco al hecho de si la infección por este coronavirus podría precipitar o generar una DM, pues existen indicios que podría precipitar la DM en individuos sanos que han padecido esta afección. Es poco el tiempo transcurrido para poder tener una idea clara pero hoy a partir de una carta clínica en el N Engl J Med firmada por Francesco Rubino et al, del King's College de Londres y un nutrido panel de expertos europeos, australianos y de EEUU, empezamos a dar un sentido distinto a este tema, pues en esta se nos informa sobre un registro global de la DM en relación con la infección por COVID-19 en individuos previamente sanos, el “CoviDiab registry”.
Con éste se intentan determinar las características de los pacientes que debutan con DM tras la infección por el coronavirus e investigar la patogénesis, las complicaciones y el manejo de esta entidad.
Se registran las complicaciones agudas, cetoacidosis, hiperosmolaridad, resistencia grave a la insulina (utilización de altas dosis).. e intenta determinar si esta situación se mantiene en el tiempo.
Sería un primer paso para dar respuesta a esta sospecha, y su objetivo es definir el fenotipo de estos nuevos pacientes con hiperglucemia tras la infección sin antecedentes previos de DM o HbA1c elevada.
Los casos documentados, al no conocer el mecanismo exacto, no es posible clasificarlas como DM tipo 2 o DM tipo 1 (DM1) o como una nueva forma de DM (una diabetes secundaria).
Con todo, no es un tema cerrado, y existen aquellos que no están de acuerdo de que el virus sea capaz de generar la DM en pacientes sanos; habida cuenta la falta de datos hasta el momento por ahora se trataría de una suposición, pero este “CoviDiab registry sería una iniciativa en el buen camino de una respuesta.
Francesco Rubino, et al. New-Onset Diabetes in Covid-19. N Engl J Med. Published online June 12, 2020. Letter
Miriam E. Tucker. New Global Registry Investigates COVID-19 and New-Onset Diabetes. Medscape. June 13, 2020
http://covidiab.e-dendrite.com/
Drucker DJ. Coronavirus infections and type 2 diabetes-shared pathways with therapeutic implications. Endocr Rev. 2020 Apr 15. pii: bnaa011. doi: 10.1210/endrev/bnaa011.
Iacobellis. COVID-19 and Diabetes: can DPP4 inhibition play a role?. Diabetes Research and ClinicalPractice (2020), https://doi.org/10.1016/j.diabres.2020.108125
Bruce Bode, Valerie Garrett, Jordan Messler, S.F.H.M,, Raymie McFarland, Jennifer Crowe, Robby Booth , David C. Klonoff.Glycemic Characteristics and Clinical Outcomes of COVID-19 Patients Hospitalized in the United States. J Diabetes Sci Technol. Published online April 17, 2020
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