Relación de la fragilidad y el riesgo de insuficiencia cardíaca entre los adultos mayores
Comentario de Joan Francesc Barrot de la Puente @JoanBarrot
La fragilidad del anciano es un concepto relativamente nuevo en geriatría. Este “síndrome geriátrico” es un estado de mayor vulnerabilidad a factores de estrés endógenos y exógenos. La prefragilidad, representa una etapa temprana de deterioro fisiológico que puede ser potencialmente reversible con intervenciones efectivas. Es necesario identificar a las personas mayores de alto riesgo y apuntar estrategias preventivas dirigidas a reducir la progresión a la fragilidad.
La insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp) es el fenotipo más común de la insuficiencia cardíaca (IC) que se presenta en las personas mayores, además de un alto riesgo de mortalidad y hospitalización, asociándose con un deterioro funcional y mala calidad de vida. Esto es particularmente relevante considerando la creciente carga de fragilidad e IC entre adultos mayores.
El fenotipo de fragilidad utilizó los criterios de Fried. El prefrágil se identificó utilizando uno o dos de los criterios y el paciente robusto con ninguno. Se analizó la función física mediante la puntuación de Short Physical Performance Battery (SPPB), la fuerza de agarre y la velocidad de la marcha (tiempo de caminata de 4 m). Estudios previos han demostrado que la puntuación de SPPB es un predictor independiente de mortalidad por todas las causas (MCC).
Los eventos de mortalidad por todas las causas y la hospitalización por IC (HIC) se determinaron mediante el seguimiento anual de la cohorte. Se midieron los biomarcadores de lesión miocárdica crónica (troponina-T cardíaca de alta sensibilidad -hscTnT)) y estrés neurohormonal (péptido natriurético de tipo pro-B N-terminal (NTproBNP)). Análisis de las comorbilidades y covariables: edad, sexo, raza, nivel educativo, ingresos, presión arterial sistólica (PAS), índice de masa corporal (IMC), tabaquismo, ECV, diabetes tipo 2 (DM2), estatinas, Tasa de Filtración Glomerular estimada (FGe), colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad (HDL-c) y niveles de hemoglobina glicada (HbA1c) entre otras.
Se utilizaron modelos de riesgos proporcionales de Cox multivariables para evaluar la asociación de las medidas de fragilidad y el riesgo de IC incidente.
El estudio incluyó 5.210 participantes (edad media 75 ± 5 años, 58% mujeres, 20% afroamericanos), de los cuales el 49,2% se identificaron como prefrágiles. En los análisis ajustados, los prefrágiles (frente a los robustos) tenían más probabilidades de ser mayores, mujeres y de la raza negra. Además, mayor prevalencia de factores de riesgo CV (FRCV) tradicionales como HTA, DM2 e hiperlipidemia. Mayor riesgo de HIC (p inferior 0,001) , mayor carga de lesión miocárdica crónica (p inferior 0,001), y estrés neurohormonal, (p inferior 0,001) después del ajuste para posibles factores de confusión. También se asoció de forma consistente con el riesgo de ICFEp pero no con la hospitalización por ICFEr hazard ratio, HR 1,73 (IC 95% 1,11-2,70) y 1,38 (IC 95% 0,90-2,10), respectivamente).
Entre las medidas de deterioro funcional, los individuos prefrágiles tenían puntuaciones de SPPB más bajas, peor fuerza de agarre y tiempo de caminata de 4 m más lento frente a robusto; P <0,001 para todos. Durante una mediana de seguimiento de 4,6 años, hubo 232 (4,5%) eventos de IC (ICFEr: 44%; ICFEp: 41,8% , el resto indeterminado). En la mayoría de los análisis ajustados, un aumento de 1 unidad en la puntuación de Fried se asoció con un 33% más de riesgo de IC , HR 1,33 (IC 95% 1,01–1,74).
Entre las limitaciones del estudio: al tratarse de un estudio observacional los resultados pueden estar sujetos a sesgos de selección y confusión no medidos. Sin embargo, incluyó a más del 90% de los participantes libres de IC del ARIC y ajustamos varios factores de confusión biológicamente plausibles. Las limitaciones de los instrumentos de fragilidad utilizados, incluida la falta de evaluación de la pérdida de peso "no intencional". El bajo número de eventos de IC puede proporcionar imprecisiones en torno a las estimaciones de la razón de riesgo.
En conclusión, observan que la presencia de prefragilidad, y el deterioro de la función física, se asociaron significativamente con mayor riesgo de IC, en particular ICFEp. Estos hallazgos destacan el papel potencial de la evaluación de rutina para los síndromes geriátricos, como la fragilidad y el deterioro funcional, como una estrategia eficaz para la identificación temprana de las personas mayores que pueden estar en un mayor riesgo de ICFEp. Se necesitan ensayos futuros para probar si las intervenciones de rehabilitación física para revertir la prefragilidad y mejorar la función física pueden reducir el riesgo de IC, especialmente la ICFEp.
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