10 de mayo de 2020

COVID-19: Los fármacos antihipertensivos y la enzima convertidora de angiotensina 2 en el COVID-19

COVID-19: Los fármacos antihipertensivos y la enzima convertidora de angiotensina 2 en el COVID-19

El virus El SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo)-CoV-2 ( en adelante COVID-19) dentro de sus mecanismos fisiopatológicos de infección para ingresar a las células huésped está la capacidad de unirse al dominio del receptor transmembrana de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2).
Esto ha planteado ciertas discusiones sobre si la utilización de los fármacos antihipertensivos los inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina. (IECA) o los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARAII), que de alguna manera regulan la expresión de esta encima en el ser humano, tendrían alguna influencia en la expresión al alza de la misma a nivel pulmonar en humanos, como así se muestra en modelos animales, y con ello influirían en el pronóstico de la infección por dicho virus.
Estos fármacos son comunes en los pacientes con hipertensión arterial (HTA), con diabetes (DM), y con antecedentes de enfermedad cardiovascular (ECV), grupos que tienen a su vez un riesgo aumentado de pronóstico infausto en la infección por COVID-19. De ahí que se haya especulado que pudieran aumentar el riesgo de contagio y de  empeorar la clínica en el momento que se infectan. En sentido contrario, hay los que han sugerido que la regulación al alza de esta enzima podría reducir el daño pulmonar producido por el virus SARS y el COVID-19, habida cuenta que la ACE2 convierte la angiotensina II que provoca la vasoconstriccion, inflamación y fibrosis en angiotensina, que podría proteger el pulmón de una lesión aguda.
De modo que su retirada en pacientes de alto riesgo cardiovascular (RCV) pudiera empeorar el pronóstico.
Las sociedades científicas hasta el momento y ante la carencia de evidencias al respecto han recomendado seguir con dichas medicaciones:
El objetivo de este estudio fue evaluar la asociación potencial entre los IECA y ARAII con la probabilidad de incrementar la positividad al test diagnóstico del COVID-19 y con ello el aumento de la infectividad a este virus si se ingieren dichos fármacos. Y en sentido  contrario si pudieran generar algún efecto protector en este sentido, determinando si existirían diferencias clínicas con su utilización. A su vez el grupo de IECA/ARAII evaluar si estaban asociado a mayor gravedad clínica por COVID-19 (fuera ingreso hospitalario, Unidad de Cuidado Intensivo –UCI-, ventilación mecánica…)
Se trata de un análisis de una cohorte retrospectiva, por tanto es un estudio observacional sobre registros prospectivos de instituciones del Cleveland Clinic Health System en Ohio y Florida utilizando un sistema de ponderamiento por características similares (“overlap propensity
score weighting”) . Los datos se extrajeron según sistema validado y automatizado de 13 registros sanitarios, automáticamente y manualmente las variables requeridas.
Se evaluaron aquellos pacientes expuestos a IECA o ARAII en el momento de someterse al test  para determinar el COVID-19 (entre el 8 de marzo y 12 de abril). Ambos tipos de medicaciones fueron analizados separadamente y al mismo tiempo agrupados. Hay que resaltar, en sentido contrario a lo que ocurrió en nuestro país, que antes del 18 de marzo los criterios para realizar la prueba fueron menos estrictos (viajes a zonas de riesgo, catarro, historia de contacto con pacientes con COVID-19) y a partir de esta fecha habida cuenta la demanda de la misma se realizó en aquellos pacientes con 2 o 3 síntomas claros, tos, disnea, fiebre o con un solo síntoma si el paciente tenía más de 60 años o menor a esta edad con factores de riesgo (diabetes, hipertensión arterial –HTA-…).
Así  18.472 pacientes sometidos a la prueba del COVID-19 tenían una edad media de 49 años, el 40% eran varones y el 69% eran de raza blanca (un elemento a tener en cuenta con los IECA y ARAII). De éstos 2.285 (12,4%) estaban tomando IECA o ARAII. 
El test positivo a COVID-19 se documentó en 1.735 de los 18.472 pacientes (9,4%). Entre éstos 116 (6,7%) tomaban IECA y 98 (5,6%) ARAII.
Entre aquellos paciente positivos al COVID-19, 421 (24,3%) fueron ingresados en el hospital y 161 (9,3%) lo hicieron en la UCI y 111 (6,4%) requirieron ventilación mecánica.
Tras el análisis por ponderación de puntuación de la población con lo que evitar factores confusores no se encontró una asociación significativa que los individuos que tomaban  IECA o los ARAII y la positividad del COVID-19, la tasa de riesgo aleatoria odds ratio, 0,97 (IC 95% 0,81-1,15).
Según este análisis no se encontró asociación entre la utilización de IECA o ARAII y la positividad al COVID-19. Por lo que recomiendan seguir tomando esta medicación si era habitual.

Con todo, según el análisis por ponderación de puntuación de la población con lo que evitar factores confusores mostró una mayor probabilidad de ingreso entre aquellos pacientes con resultado positivo que tomaban IECA o ARAII. Mayor probabilidad de ingreso en la UCI en aquellos que tomaban IECA pero no se demostró en los que tomaban ARAII. Y no hubo diferencias entre los grupos en relación a la ventilación mecánica durante el ingreso. Sin embargo, es una muestra pequeña con un amplio intervalo de confianza. Falta con todo, potencia al estudio para determinar la gravedad de la infección por COVID-19 en aquellos que tomaban dichos fármacos. Se necesitaran más pacientes ingresados para determinar dicha asociación, señalan.
En un estudio anterior sobre 187 pacientes de los que 19 tomaban IECA o ARAII se encontró un incremento en los niveles de troponinas, que se asociaron indirectamente a los malos resultados clínicos. Otro estudio en 10 pacientes ancianos que tomaban ARAII se mostró por el contrario mejores resultados cuando se comparaban con otros pacientes con otro tipo de fármacos antihipertensivos.
El tratarse de un estudio observacional, con mayoría de pacientes de raza blanca, sobre una pequeña muestra poblacional y con pocos eventos producidos en el grupo de IECA y/o ARAII y aún utilizando un análisis ponderación de puntuación pueden existir factores confusores que impidan generalizar los resultados. 
Con todo, el tema de la influencia de estos fármacos en la evolución y gravedad de la infección por COVID-19 no queda aún despejada.

Mehta N, Kalra A, Nowacki AS, Anjewierden S, Han Z1, Bhat P, Carmona-Rubio AE, Jacob M, Procop GW, Harrington S, Milinovich A, Svensson LG, Jehi L, Young JB, Chung MK. Association of Use of Angiotensin-Converting Enzyme Inhibitors and Angiotensin II Receptor Blockers With Testing Positive for Coronavirus Disease 2019 (COVID-19). JAMA Cardiol. 2020 May 5. doi: 10.1001/jamacardio.2020.1855. [Epub ahead of print]

Thomas LE, Bonow RO, Pencina MJ. Editorial.Understanding Observational Treatment Comparisons in the Setting of Coronavirus Disease 2019 (COVID-19).
JAMA Cardiol. 2020 May 5. doi: 10.1001/jamacardio.2020.1874. [Epub ahead of print]

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