¿Son todas las estatinas igual de seguras?
El tema de las estatinas es complicado. Como uno tiende a pensar que existe un efecto de clase en los efectos secundarios y las diferencias se encuentran en la potencia y en el precio, tiene a diferenciarlas según se utilicen en prevención primaria o secundaria. Por regla general en prevención primaria se utiliza la simvastatina, pues es la que sale más económica. Sin embargo, a raíz de la alerta de la FDA en dosis altas de esta sustancia (80 mg) nos ha hecho volver a pensar en el tema. Un reciente comentario en medscape por Sandra A. Fryhofer, viene a poner nuevamente el dedo en la llaga.
Una son hidrofílicas (pravastatina, y rosuvastatina) y otras lipofílicas (atorvastatina, simvastatina, lovastatina, fluvastatina, y pitavastatina), esta diferencia se manifiesta en una diferente penetración en las membranas musculares –más en las lipofílicas-, lo que se manifiesta en diferencias de los efectos adversos (miopatía). Por otro lado, existen diferencias según sean capaces de crear metabolitos activos. Así, la lovastatina, simvastatina, atorvastatina y en menor proporción la rosuvastatina producirían estos metabolitos activos. La fluvastatina, pravastatina, y la pitavastatina por su parte, en este sentido tendrían menos posibilidad de efectos secundarios. Y por último, según la vía metabólica utilizada serán capaces de general mas o menos interacciones con otros medicamentos, algo a tener en cuenta con nuestros pacientes diabéticos que suelen estar polimedicados. De tal modo que la simvastatina, lovastatina, y la atorvastatina lo harían por el famoso enzima P450 3A4 (CYP3A4), que afectaría a medicamentos como los fibratos, amiodarona, ... lo que podría aumentar el riesgo de riesgo de miopatía al incrementar las concentraciones plasmáticas de estatinas. Es por ello, que la FDA aconseja no dar más de 20 mg de simvastatina en aquellos pacientes que toman amlodipino y ranolazine y no más de 10 mg aquellos que lo hacen con amiodarona, verapamilo o diltiazem. Y está contraindicada en pacientes que toman gemfibrozilo; itraconazol, ketoconazol, eritromicina, claritromicina, telitromicina, ciclosporina, danazol, y medicación anti HIV tipo inhibidores de la proteasa. Por otro lado, señalan que los efectos musculares son más frecuentes en los pacientes de raza china.
En general, las mujeres mayores con altas dosis de estatinas, polimedicadas o aquellas con historia de intolerancia a las estatinas serían los colectivos con mayor riesgo de sintomatología muscular.
Por todo, lo apuntando, según esta fuente, si bien es cierto que los efectos adversos –sobre todo musculares- son dosis dependientes, tanto la fluvastatina y la rosuvastatina (metabolizadas por el citocromo CYP2C9) y la pravastatina (metabolizada en los riñones), serían las estatinas más seguras. En este sentido sacan a colación el estudio PRIMO (Paricalcitol Capsules Benefits in Renal Failure Induced Cardiac Morbidity in Subjects With Chronic Kidney Disease) study, para ilustrar que las más bajas tasas de alteraciones musculares se manifestaban en pacientes que ingerían fluvastatina.
Sandra A. Fryhofer .Switching From Simvastatin 80 mg: How to Shop for Statins
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