3 de octubre de 2023

EASD 2023: Uso de la SOG-1h como nuevo biomarcador para detectar hiperglucemia, complicaciones y mortalidad



Comentario de Joan Barrot de la Puente (@JoanBarrot)

El congreso de la European Association for the Study of Diabetes (EASD) que se está celebrando en Hamburgo este año no parece destacar por las novedades o estudios best sellers. A pesar de ello, hoy analizamos una sesión dirigida por el Dr. Michael Bergman (New York, USA), Jaakko Tuomilehto (Helsinki, Finlandia) y Rafael Gabriel (Madrid) del consenso actual sobre los criterios diagnósticos de la prediabetes (PRED). Los datos que hoy comentamos se presentaron en un rincón de la zona de exposición para la industria, con todo el alboroto del reciento en petit comité.

La PRED es una afección muy prevalente asociada con un mayor riesgo de progresión a diabetes tipo 2 (DM2). Además, las personas con PRED tienen un mayor riesgo, no sólo de sufrir enfermedades cardiovasculares (ECV) y microvasculares, sino también de neuropatía, accidente cerebrovascular (ACV) enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA), apnea del sueño, cáncer y demencia. (Sigue leyendo...)

Los criterios diagnósticos para la PRED son confusos debido a la discordancia en las diferentes concentraciones umbral de glucosa recomendadas por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS); en la glucemia basal en ayunas (GB), aunque los criterios de diagnóstico recomendados para la tolerancia oral de la glucosa (ITOG) son los mismos. Esta discrepancia puede retrasar el diagnóstico precoz de la disglucemia y restablecer la homeostasis normal de la glucosa y la intervención temprana cuando la célula beta es más funcional.

Para las tres tests (GB, HbA1c y la sobrecarga oral a la glucosa -SOG-) el riesgo es continuo. Asignar umbrales categóricos a un proceso continuo, subestima el riesgo y la prevalencia de la enfermedad. Se necesita caracterizar mejor nuevos marcadores de riesgo microvascular y macrovascular en la PRED y desarrollar nuevas intervenciones para minimizar este riesgo. Los criterios de diagnóstico actuales identifican el riesgo de DM2 demasiado tarde.

El valor de SOG-1h, iguales o superiores a 155 mg/dl (8,6 mmol/L) es un biomarcador más sensible que la GB, la SOG-2h o la HbA1c. Ha demostrado una sensibilidad óptima y especificidad para predecir la progresión a DM2 en estudios transversales y longitudinales que involucran diferentes poblaciones. Una SOG-1h mayor o igual a 150 mg/dl ocurre entre el 25 a 42% de las personas de alto riesgo con tolerancia normal a la glucosa. Aproximadamente el 80% de las personas con ITOG por sí sola y el 94% con combinación de GBA e ITOG tienen una SOG-1h elevada. 

La función de las células beta se conserva mejor en individuos con SOG-1h menor que 150 mg/dl que en aquellos con concentraciones mayores o iguales 155 mg/dl, y se deteriora progresivamente con la ITOG y la DM2. 

Lo autores añaden otras consideraciones sobre el nuevo biomarcador: identifica el riesgo de complicaciones micro-macrovasculares, el HGNA, gravedad de la fibrosis hepática, apnea obstructiva del sueño y diabetes relacionada con la fibrosis quística. Es rentable, reduce la complejidad diagnóstica y la confusión con los criterios actuales. Finalmente es más práctico y clínicamente aceptable. 

Existe un consenso para introducir métodos de diagnóstico para disminuir la carga de pruebas y mejorar la predicción de la progresión hacia DM2, complicaciones y mortalidad y refinar la estratificación del riesgo cardio-renal. En consecuencia, como se recomienda en una publicación reciente, la SOG-1h podría reemplazar los criterios actuales para diagnosticar las primeras etapas de la PRED antes de que evolucione. 
 
Una presentación interesante en un rincón para unos pocos oyentes. 




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