Comentario de Fátima Villafañe Sanz (@FatimaVillaf)
La hipertensión arterial (HTA) y la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) son dos enfermedades crónicas que por sí mismas comportan alto riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y cuando coexisten, hecho que ocurre de manera habitual, dado que estos pacientes suelen presentar lo que conocemos en medicina como síndrome metabólico (SM), el riesgo CV mencionado aumenta. Este riesgo es modificable y por ello se aconseja realizar una intervención al respecto. No obstante, actualmente se desconocen los objetivos de control de presión arterial sistólica (PAS) para disminuirlos.
La hipertensión arterial (HTA) y la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) son dos enfermedades crónicas que por sí mismas comportan alto riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y cuando coexisten, hecho que ocurre de manera habitual, dado que estos pacientes suelen presentar lo que conocemos en medicina como síndrome metabólico (SM), el riesgo CV mencionado aumenta. Este riesgo es modificable y por ello se aconseja realizar una intervención al respecto. No obstante, actualmente se desconocen los objetivos de control de presión arterial sistólica (PAS) para disminuirlos.
Un estudio publicado hace unos años, ACCORD (Action to Control Cardiovascular Risk in Diabetes) realizó una comparación similar pero sin observar diferencias significativas entre los diferentes grados de control. No obstante, se consideró que podrían existir sesgos que impidiesen encontrar estos beneficios. También se menciona el estudio SPRINT (Systolic Blood Pressure Intervention Trial). En este caso sí que se observó una disminución de eventos cardiovasculares (EvCV) en el grupo de manejo intensivo pero no se analizó específicamente en personas con DM2. Por estas razones, los investigadores han querido solucionar esta incertidumbre y poner en marcha este estudio. (Sigue leyendo...)