La presión arterial sistólica (PAS) elevada es la afección coexistente más común en pacientes con diabetes, aumentando su riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y constituye el factor de riesgo más modificable de enfermedad cardiovascular en estos pacientes. La reducción de la presión arterial (PA) tiene beneficios inequívocos en cuanto a la disminución del riesgo de ECV, las guías clínicas actuales recomiendan disminuir la PA en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2); sin embargo, no están claros los objetivos efectivos de reducción de la PAS en esta población.
En el ensayo “Acción para el Control del Riesgo Cardiovascular en la Presión Arterial Diabética“ (ACCORD BP), en 4733 personas con DM2, que comparaba la terapia intensiva, objetivo de PAS <120 mmHg frente a un objetivo de PAS <140 mmHg, no demostró un beneficio en la ECV (infarto de miocardio -IAM- no mortal, accidente cerebrovascular -ACV- no mortal o muerte por causas cardiovasculares -MCV-) al alcanzar una PAS <120 mmHg; probablemente por una potencia estadística insuficiente para la tasa de eventos observada. Aunque el riesgo de ACV sí fue menor con la terapia intensiva que con la terapia estándar, la incidencia de eventos adversos, como hipotensión, síncope, bradicardia, arritmia, hipopotasemia e insuficiencia renal, fue mayor con la terapia intensiva. Pero análisis post hoc del ensayo ACCORD BP pusieron en duda la percepción de que el control intensivo de la PA no mostrara ningún beneficio y fuera potencialmente perjudicial en personas con DM2. (Sigue leyendo...)