Los conocidos como inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT-2) son mis fármacos estrella; son buenos, bonitos y baratos, ya que tienen acciones específicas capaces de tratar, o compensar, todas y cada una de las complicaciones derivadas de la hiperglucemia (target organ damage - TOD-). Actúan bloqueando la reabsorción de glucosa en los túbulos renales proximales y/o en el intestino, aumentando la excreción renal y/o intestinal de glucosa y estimulando con ello la secreción de insulina (INS).
Con estas acciones, reducen la glucemia, el peso y la presión arterial (PA), y con ello sabemos que ayudan a la protección cardiorrenal, al mismo tiempo que retardan la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC) al reducir la hiperfiltración renal en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2). Esto se demostró a partir del 2015 con el ensayo Empaglifozin Cardiovascular Outcome Event Trial in Type 2 Diabetes Mellitus Patients (EMPA-REG OUTCOME), el primer estudio en abordar los resultados cardiovasculares de los iSGLT-2 en pacientes con DM2 con alto riesgo cardiovascular (RCV). (Sigue leyendo...)