Se trata de un estudio español, de compañeros nuestros de Málaga, que en un entorno conocido muestran la posible asociación entre la HbA1c y la enfermedad cardiovascular (ECV) y la enfermedad renal crónica (ERC), algo por otro lado ya estudiado a nivel general en los individuos con diabetes tipo 2 (DM2). La relación entre el síndrome metabólico, la ERC y la ECV ha sido mostrada con independencia de la presencia de DM2 o hipertensión arterial (HTA).
La HbA1c sirve para estimar las concentraciones de glucosa sanguínea hasta tres meses anteriores a su determinación, de modo que permite diagnosticar y controlar la DM2 así como los trastornos del metabolismo glucémico (prediabetes). Niveles altos de HbA1c se relacionan con complicaciones microvasculares, fundamentalmente retinopatía. Si bien es cierto que también se las ha relacionado con la mortalidad en los individuos DM2 y de la de aquellos individuos sin esta alteración glucémica, aunque sin mostrar ésta una linealidad clara.
La microalbuminuria, por el contrario, si que ha mostrado una clara asociación con el riesgo cardiovascular y la función renal.
Por otro lado, la morbilidad y mortalidad cardiovascular no es uniforme según los países, siendo España, en este sentido, distinta. Por ello, es pertinente investigar las relaciones entre la HbA1c la ERC y la ECV en una población mediterránea (Málaga).
Se trata, por tanto, de un estudio trasversal, descriptivo derivado del estudio IMAP (Multidisciplinary Intervention in Primary Care) que incluye una muestra aleatoria y representativa de 2.270 adultos (18-80 años), captados entre enero y junio del 2007, de una área específica de Málaga (29.818 personas) que intenta determinar el punto de corte que mejor se relaciona con la ERC y ECV. La HbA1c fue medida mediante método cromatográfico (Adams A1C, HA-8160, ARKRAY Kyoto, Japan) y estandarizada mediante los criterios del National Glycohemoglobin Standardization Program. Para el análisis fue dividida en terciles.
Los pacientes se les consideró con DM2 si tenían diagnóstico previo, tomaban medicación al respecto o su HbA1c era ≥48 mmol/mol (≥6.5%). La ECV se determinó según los antecedentes y la tasa de filtrado glomerular (TFG) fue estimada según la ecuación del Chronic Kidney Disease Epidemiology. Se determinó como enfermedad renal cuando la TFG fue inferior a 60 ml/min/1.73 m2 y/o el ratio albumina/creatinina fue ≥33.8 mg/mmol.
Según ésto, tras ajustar con los factores de riesgo tradicionales, valores altos de HbA1c se asociaron claramente con la ERC y la ECV. En este sentido, la personas sin DM2 (HbA1c media 37 mmol/mol, 5,5 ±0,4%) tendrían un comportamiento parecido a los con DM2 (HbA1c media 56 mmol/mol, 7,3 ± 1,4%) pues el tercil superior de su HbA1c (HbA1c 39 mmol/mol; 5,7%) se asociaría con un perfil ECV y de ERC peor. De tal modo que, los DM2 tendrían hasta dos veces mayor probabilidad de riesgo (odds) de ECV y ERC. Si ambos parámetros se analizaban al tiempo, la HbA1c solo se asoció con los resultados clínicos finales, OR 1,4 (IC 95% 1,1-1,6, P = 0,002).
Hay que destacar que el incremento de la HbA1c en un punto se asoció con incrementos entre el 30-40% de ERC y ECV.
La curva ROC mostró como un nivel de HbA1c de 37 mmol/mol (5.5%) era el valor óptimo en términos de sensibilidad, especificidad, para predecir estos objetivos en esta población.
Se concluye que los niveles HbA1c en la población mediterránea estarían relacionados con la ERC y la ECV, independiente de la condición de DM2 o no. La HbA1c sería, según estos autores, un marcador válido de ECV y de ERC en la población general.
Hernandez D, Espejo-Gil A, Bernal-Lopez MR, Mancera-Romero J, Baca-Osorio AJ, Tinahones FJ, Armas-Padron AM, Ruiz-Esteban P, Torres A, Gomez-Huelgas R. Association of HbA1c and cardiovascular and renal disease in an adult Mediterranean population. BMC Nephrol. 2013 Jul 17;14(1):151. [Epub ahead of print]