Riesgo de cáncer de mama residual tras la cirugía bariátrica
De vez en cuando comentamos lo que se va publicando en relación a la cirugía bariátrica o metabólica (CB) habida cuenta su eficaz propiedad en la pérdida ponderal (25- 30%) lo que la hace efectiva en multitud de problemas de salud y también, que es de lo que hablaremos, en la reducción del cáncer relacionado con la obesidad.
Vimos no hace mucho (08-2022) como el estudio SPLENDID (Surgical Procedures and Long-term Effectiveness in Neoplastic Disease Incidence and Death) en 30.318 adultos con un índice de masa corporal (IMC) ≥ 35 Kg/m2 con CB entre 2004 y 2017 y una pérdida ponderal media a los 10 años de 24,8 kg demostró una reducción significativa en la incidencia acumulada de cáncer asociado a la obesidad en el grupo de CB 2,9% (IC 95% 2,2%-3,6%) en comparación con el grupo de control 4,9% (IC 95% 4,5%-5,3%), o un Hazard ratio (HR) 0,68 (IC 95% 0,53-0,87, p = 0,002), y una reducción de la mortalidad relacionada con el cáncer a los 10 años con un HR 0,52 (IC 95% 0,31-0,889, p 0,01).
Lo que demostraba que la CB era capaz de prevenir los procesos cancerosos relacionados con la obesidad.
En este caso hablaremos de cáncer de mama (CM). Un cáncer relacionado con la obesidad por el hecho de alterar la biodinámica de la insulina (INS) y los niveles hormonales de las mujeres que lo sufren. Sobre la CB y el CM existen evidencias positivas al respecto, pero no si el hecho de haber presentado una obesidad genera un riesgo residual al CM en comparación con aquellas mujeres sin obesidad previa.
Para ello se utilizó una cohorte de 69.260 mujeres con obesidad que recurrieron a la CB y otra de mujeres sin historia de CB según edad y situación de cribado de CM formada a partir de una base de datos médico-administrativa de Ontario (Canadá) la Ontario Bariatric Network a partir de médicos de atención primaria (AP) durante 5 años, entre el 2010-16. Las mujeres se distribuyeron en cuatro IMC (entre 35 y 40) de inferior a 25, 25-29, 30-34, a ≥35, siendo el objetivo primario la incidencia de CM tras un año transcurrido de la fecha índice.
Las 69.260 mujeres, de edad media de 45,1 (±10,9) años, se distribuyeron en 13.852 cada una de las 5 cohortes formadas. Entre la cohorte postquirúrgica y la no quirúrgica (55.408) el incremento del CM incidente tras un año de lavado fue de HR 1,40 (IC 95% 1,18-1,67), a los dos años HR 1,31 (IC 95% 1,12-1,53) y a los cinco años HR 1,38 (IC 95% 1,21-1,58).
Sin embargo, cuando la cohorte postquirúrgica se comparaba con la no quirúrgica pero con un IMC de menos de 25 Kg/m2 no hubo diferencias significativas en la incidencia de CM independientemente del período de lavado, aunque si hubo una reducción de la incidencia de CM entre las mujeres postquirúrgicas frente a los no quirúrgicas con aquellas con un IMC superiores al 25 Kg/m2.
Concluyen que la CB estaría asociada con una reducción del riesgo de desarrollar CM en mujeres con obesidad previa equivalente a una mujer con un IMC inferior al 25 Kg/m2 y un riesgo menor cuando se compara con los grupos de mujeres con un IMC igual o mayor de 25 Kg/m2.
Todo ello sugiere que existe una asociación entre la pérdida de peso y el riesgo de CM que se mantiene con el riesgo residual de obesidad en las mujeres.