Presentamos una declaración-consenso de la American Heart Association (AHA) publicada el mes pasado en Circulation sobre las diferentes consecuencias cardiovasculares debidas a la diabetes (DM), según el sexo.
A nivel general la prevalencia de la diabetes tipo 2 (DM2) entre los sexos es parecida, lo que no condicionaría al sexo como un factor de riesgo de esta alteración metabólica. Sin embargo, si bien la mujer no DM presenta menos problemas cardiovasculares que el hombre sin DM, este posible factor protector se pierde desde el momento que presenta la condición de DM2. No se conocen las causas de este peor pronóstico pues pudieran no ser solo hormonales o metabólicas, o de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) si no del comportamiento (psicológicas, entorno, culturales…) de la mujer y de la diferente atención sanitaria que reciben. A su vez existen diferencias entre razas y factores étnicos que hacen que existan diferentes prevalencias y riesgos con respecto a la mujer blanca no hispana.
Este documento o declaración científica, no sería más que una puesta a punto de los conocimientos en este tema, entre las diferencias entre los sexos y las consecuencias cardiovasculares debidas a la condición de presentar DM y ser mujer, con el acento puesto en identificar aquellas áreas en las que ulteriores investigaciones puede aportar luz a este problema.
Áreas que van desde las diferencias hormonales, diferencias étnicas y FRCV, diferencias en eventos cardiovasculares (ECV) e Insuficiencia cardíaca (IC), diferencias en los efectos de los tratamientos para la DM, incluido las medicaciones y los cambios en los estilos de vida. Se aborda también el tema de la diabetes gestacional (DG) y el síndrome del ovario poliquístico (SOP) y su influencia en el RCV de la mujer.
El clásico estudio de Rancho Bernardo ya se notó que existía un exceso de riesgo 2,4 veces de cardiopatía isquémica entre los varones sin DM2 frente a aquellos con DM2 que, sin embargo, aumentaba en las mujeres hasta 3,5 veces comparado con las mujeres sin DM2, y todo ello independiente de otras co-variantes. Si bien es cierto que este riesgo se fue igualando con la edad, lo que apuntaría a causas hormonales, cuando, como muestra dicho estudio, los niveles de hormonas sexuales (testosterona) llegan a ser indetectables en el anciano/a. Con todo, el papel de la testosterona no tendría los mismos efectos a nivel de RCV en el hombre que en la mujer (en el varón podría ser protector no así en la mujer más relacionado con el síndrome metabólico, obesidad, DM…).
Sea como fuere la mejoría de los ECV y de la mortalidad en mujeres con DM requiere estudios a largo plazo pues los datos actuales aún son limitados. Con todo se sugiere que intervenciones en los estilos de vida (estudio Da Qing) en mujeres con prediabetes tendrían más efecto a nivel de mortalidad CV que en varones, pues la adiposidad abdominal y la insulinorresistencia podrían ser predictores importantes de ECV en mujeres con DM. La cohorte de mujeres con DM2 de la Nurses Health Study ya mostró cómo el ejercicio físico aeróbico continuada (al menos 2 horas semanales) se asociaba con menores ECV.
Un documento interesante para conservar y leer.
Regensteiner JG, Golden S, Huebschmann AG, Barrett-Connor E, Chang AY, Chyun D, et al; American Heart Association Diabetes Committee of the Council on Lifestyle and Cardiometabolic Health, Council on Epidemiology and Prevention, Council on Functional Genomics and Translational Biology, and Council on Hypertension. Sex Differences in the Cardiovascular Consequences of Diabetes Mellitus: A Scientific Statement From the American Heart Association. Circulation. 2015 Dec 22;132(25):2424-47. doi: 10.1161/CIR.0000000000000343. Epub 2015 Dec 7.