Comentario de Enrique Carretero Anibarro (@Enriq_Carretero)
La microbiota intestinal (MI) es un ecosistema complejo y diverso de microorganismos que residen en el tracto gastrointestinal humano. Este conjunto de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos juega un papel fundamental en la salud y el bienestar del individuo.
La microbiota intestinal (MI) es un ecosistema complejo y diverso de microorganismos que residen en el tracto gastrointestinal humano. Este conjunto de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos juega un papel fundamental en la salud y el bienestar del individuo.
Estudios epidemiológicos han observado una menor diversidad microbiana en la obesidad, pero no se ha encontrado una causalidad entre la MI y la obesidad. Por otra parte, la relación entre la MI y la diabetes (DM) es un campo de investigación que ha ganado considerable atención en los últimos años. Varios estudios observacionales han informado de asociaciones entre la MI y la DM2. Como se puede apreciar, existen muchas lagunas sobre el papel que pueda jugar la MI en la obesidad y en las enfermedades metabólicas, como la DM. (Sigue leyendo...)
Buscando un consenso sobre el nivel de conocimiento que hay en esta materia, en la reunión anual 2023 de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, European Association for the Study of Diabetes (EASD), se celebró un foro de expertos internacionales que elaboró una serie de conclusiones sobre el papel de la MI en la DM.
A continuación, las enumeramos:
La MI puede estar implicada en la fisiopatología de la DM2, ya que los metabolitos producidos por el microbioma se asocian tanto positiva como negativamente con esta enfermedad, recientemente han surgido hipótesis factibles sobre los vínculos de la MI con el metabolismo de la glucosa.
La naturaleza de la MI es intrínseca a cada persona, variando significativamente entre diferentes personas. Esta individualidad se debe a una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida, lo que hace que cada persona tenga una MI única y particular. Este relevante aspecto plantea un importante obstáculo para la investigación, por lo que se requieren grandes cohortes y un enfoque metagenómico de secuenciación profunda para realizar evaluaciones sólidas de las asociaciones y la causalidad entre ambas.
Para estudiar la MI se toman muestras ocasionales del sistema digestivo, pero la MI es una población dinámica que sufre fluctuaciones. Esta técnica de muestreo puntual no tiene en cuenta la dinámica intraindividual de la MI, así que para llegar a tener un conocimiento más exacto de la MI se necesitan estudios con mediciones secuenciadas.
La comprensión de esta relación ofrece nuevas oportunidades para el tratamiento y la prevención de la DM a través de la modulación de la MI. La integración de la MI en el manejo de la DM podría revolucionar la manera en que abordamos esta enfermedad crónica, ofreciendo esperanzas para intervenciones más efectivas y adaptadas a las necesidades individuales.
En conclusión, muchas luces y muchas sombras.
La MI es un componente esencial de la salud humana y su individualidad presenta tanto desafíos como oportunidades en la medicina moderna. La investigación continua en este campo promete revolucionar nuestra comprensión de muchas enfermedades y abrir nuevas vías para su tratamiento y prevención.
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