13 de marzo de 2025

¿Cómo limitar la reganancia de peso tras el uso de fármacos que hacen perderlo?



Comentario de Carlos Hernández Teixidó (@carlos_teixi)

Nunca hemos tenido tasas de obesidad y sobrepeso más altas en la sociedad occidental como en el siglo XXI. La prevalencia global de obesidad ronda ya el 18% en hombres y el 21% en mujeres y se ha convertido en un problema de salud individual y de salud pública. Con la llegada de los fármacos incretínicos (arGLP1, duales y triagonistas) y los porcentajes de pérdida de peso que conllevan parece que podamos estar asistiendo a un impasse en este aumento de prevalencia. 

De manera aproximada, y dependiendo de la dosis, liraglutida (LIRA) consigue pérdidas en torno al 8%, semaglutida (SEMA) 15%, tirzepatida (TIRZE) consigue un 20% y retatrutide (triagonista del que hablamos hace unos meses en este blog) consigue un 24% de pérdida de peso. Sin embargo, los ensayos revelan que una vez que se detiene la administración de estos fármacos, la mayor parte del peso corporal perdido se recupera. El estudio que comentamos hoy en el Blog de Mateu, repasa formas de mantener esa pérdida de peso de forma prolongada. (Sigue leyendo…)

6 de marzo de 2025

Mientras el hambre no disminuye, la obesidad sigue creciendo



Comentario de Enrique Carretero Anibarro (@Enriq_Carretero)

En el mundo actual vivimos una paradoja: mientras en los países subdesarrollados se está luchando para poder suministrar suficientes alimentos a una parte de la población hambrienta, al mismo tiempo, en los países desarrollados afrontamos problemas relacionados con la sobreingesta o el consumo desmedido de una alimentación inapropiada.

El hambre es un mecanismo fisiológico esencial para la supervivencia, regulado por circuitos neuroendocrinos complejos que equilibran la ingesta y el gasto energético. A lo largo de la evolución humana, la regulación del hambre ha cambiado, influenciada por la disponibilidad de alimentos y factores ambientales. El artículo que hoy comentamos revisa los principales mecanismos de control del hambre, incluyendo la interacción entre el eje intestino-cerebro, el hambre hedónico y la influencia de la microbiota intestinal. (Sigue leyendo...)