Hoy hablaremos nuevamente de los inhibidores de los cotransportadores 2 de la bomba de sodio y glucosa (iSGLT2) y de su acción específica en el riñón, en este caso protegiendo de la nefrolitiasis. Y es que la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) se asocia con un mayor riesgo de cálculos renales.
Sabemos que estos antidiabéticos actúan inhibiendo la SGLT2 en el túbulo contorneado proximal del riñón y con ello aumentando la excreción urinaria de glucosa y de electrolitos; un mecanismo que permite reducir la glucemia cuando el filtrado glomerular estimado (FGe) es suficiente y proteger al riñón de la enfermedad renal crónica (ERC). Algo útil en la prevención secundaria cardiovascular (CV) en pacientes con eventos CV (EvCV- MACE) previos, y en la insuficiencia cardíaca (IC). Y todo ello independientemente de existir una DM2 previa. (Sigue leyendo...)
Este funcionamiento en los iSGLT2 generaría mecanismos en los riñones que reduciría el riesgo de cálculos renales, como la del aumento de la excreción urinaria de citrato al inhibir la sobresaturación y la cristalización de los cristales de calcio, reducir la concentración de calcio en la orina y elevar el pH urinario (aumentar la excreción urinaria de bicarbonato), reduciendo así el riesgo de cálculos de ácido úrico. O también por sus efectos antiinflamatorios al suprimir la expresión de una proteína de la matriz del núcleo del cálculo, la osteopontina; o por el aumento del flujo urinario debido a la diuresis osmótica debido a la glucosuria y la natriuresis.
Así, a priori los iSGLT2 deberían reducir la prevalencia de nefrolitiasis en pacientes afectos de DM2, una patología que ha ido en aumento en todo el mundo.
Un metaanálisis previo de Balasubramanian P et al (J Clin Endocrinol Metab. 2022) sobre 15.081 pacientes con DM2 aleatorizados a recibir empagliflozina (EMPA) (n = 10.177) o placebo (n = 4.904) de 20 ensayos clínicos (ECA), incluido el EMPA-REG OUTCOME (Empagliflozin Cardiovascular Outcome Event Trial in Type 2 Diabetes Mellitus Patients–Removing Excess Glucose) y durante una media de 543 días (placebo) y 549 días (EMPA) valoró esto mismo. La EMPA se asoció con una reducción aproximada del 40 % del riesgo de sufrir cálculos en el tracto urinario en pacientes con DM2.
Sin embargo, al parecer faltaban estudios en vida real, de ahí este gran estudio en población de Estados Unidos (EEUU) que evaluara la asociación entre el uso de iSGLT2 y el riesgo de nefrolitiasis en pacientes con DM2 a partir de datos extraídos de tres bases de datos nacionales de EEUU: Optum’s Clinformatics Data Mart Database (CDM) (2013-2020), IBM MarketScan (2013-2019), y Medicare Fee-for-Service Parts A, B, y D (2013-2018), entre julio 2021 y junio 2023 y siguiendo las directrices de la Guía de Práctica Clínica (GPC) Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology (STROBE).
Se trata de un estudio en nuevos consumidores de iSGLT2 con comparador activo con agonistas del receptor de péptido similar al glucagón tipo 1(arGLP1) y los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (iDPP4) en adultos mayores de 18 años aleatorizados 1:1 y emparejados en sistema “propensity score matched”.
Tras el emparejamiento por puntuación de propensión 1:1, 716.406 adultos con DM2 (358.203 pares) iniciaron un iSGLT2 o un arGLP1 (edad media, 61,4); y 662.056 adultos (331.028 pares) que iniciaron un iSGLT2 o un iDPP4 (edad media 61,8).
Durante una mediana de seguimiento de 192 días, el riesgo de nefrolitiasis fue menor en los pacientes que iniciaron un iSGLT2 que entre los que iniciaron un arGLP1 (14,9 frente a 21,3 eventos por 1.000 personas-año) con un HR, 0,69 (IC 95%, 0,67-0,72). En la comparación con un iDPP4 también se obtuvo beneficio para los iSGLT2 (14,6 frente a 19,9 eventos por 1000 personas-año); HR, 0,74 (IC 95%, 0,71- 0,77).
La asociación entre el uso de iSGLT2 y el riesgo de nefrolitiasis no cambió según el sexo o la raza, los antecedentes de ERC y la obesidad. La magnitud de la reducción del riesgo con el uso de iSGLT2 fue mayor entre los adultos menores de 70 años frente a los de 70 años o más HR, 0,85 (IC 95 %, 0,79-0,91).
Concluyen que el uso de SGLT2i puede reducir el riesgo de nefrolitiasis en comparación con los arGLP-1 o los i-DPP4.
Un elemento más para posicionar a los iSGLT2 en lo más alto del tratamiento de la DM2, pues además de sus acciones glucémicas, sobre la ERC, IC, MACE, y esteatosis hepática, son los únicos con acciones beneficiosas en la retina y en la prevención de la nefrolitiasis.
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