Posibles combinaciones farmacológicas para el tratamiento de la obesidad
Comentario de Carlos H. Teixidó @carlos_teixi
En los dos últimos años hemos venido observando cómo un gran número de estudios demostraban mejorías en cuanto al peso en las personas con diabetes tipo 2 (DM2). Y es que desde que el tratamiento de la DM2 se alejó de la disminución exclusiva de la hiperglucemia, y se acercó a un modelo terapéutico más holístico, el tratamiento de la obesidad como objetivo a alcanzar, está cada vez más en el punto de mira.
Estudios, ya comentados en el blog, como el AWARD 11 (Efficacy and Safety of Dulaglutide 3.0 mg and 4.5 mg Versus Dulaglutide 1.5 mg in Metformin-Treated Patients With Type 2 Diabetes in a Randomized Controlled Trial) , donde se ponía de manifiesto una mejora en los objetivos de disminución de peso con dosis superiores de dulaglutide (DULA); o los estudios SURPASS (Study of Tirzepatide Versus Semaglutide Once Weekly as Add-on Therapy to Metformin in Participants With Type 2 Diabetes) con el nuevo fármaco dual tirzepatide (TZP), son una muestra de este especial interés sobre el objetivo de control de peso. Veíamos igualmente en el último congreso de la American Diabetes Association (ADA) los primeros resultados del estudio SURMONT (Study of Tirzepatide in participants with obesity or Overweigth) donde se obtuvieron resultados en disminución de peso en personas con y sin DM2 comparables a la cirugía metabólica (CM).
Por ello, hemos decidido “rescatar” un breve editorial de la revista Journal of Obesity and Metabolic Syndrome publicado en 2017 sobre algunas posibles vías de tratamiento de la obesidad mediante la combinación de fármacos. Este artículo valora las posibles combinaciones entre agonistas del péptido glucagón-like 1 (aGLP1) y otras moléculas.
La primera de las posibilidades que trabaja es la combinación de aGLP1 con el polipéptido inhibidor gástrico (GIP). Dado que esta combinación ha dejado de ser una conjetura para convertirse en una realidad, este redactor no va a ahondar en este apartado. Destaco únicamente el dato de una mejora del 20,8% de peso en ratones modificados y su comparativa con el actual del estudio SURMONT donde se ha obtenido una mejora en personas del 20,9%. Recuerden que los resultados relativos al fármaco dual (aGLP1/GIP) TZP han sido y son valorados en este blog.
Los autores valoraron igualmente la posible combinación de aGLP1 con glucagón. Los estudios preclínicos hasta la fecha demostraban la lipolisis de tejido adiposo blanco consiguiendo la normalización de la adiposidad. Además, se ha demostrado que la administración de estas dos moléculas de forma conjunta, aumenta de forma sinérgica el gasto energético del paciente en reposo.
La triple combinación de aGLP1, GIP y glucagón está siendo estudiada con objetivos similares que las combinaciones anteriores. En particular, estas 3 hormonas (GLP1, GIP y glucagón) tienen efectos insulares únicos, así como funciones de regulación de homeostasis de la energía y la glucosa. En particular, las 3 hormonas, GLP-1, GIP y glucagón, tienen efectos enteroinsulares únicos, así como funciones en la regulación de la homeostasis de la energía y la glucosa. Varios estudios informaron que el triagonista GLP-1/GIP/glucagón unimolecular es superior a los agonistas duales respectivos. En los estudios preliminares, la triada redujo las concentraciones plasmáticas de insulinas (INS) en comparación con la dupla aGLP1 y GIP, y conllevó un mayor gasto de energía en ratones obesos. En relación al peso, los estudios publicados hasta la fecha demostraban una mejora en el peso y en la adiposidad.
El péptido YY (PYY) se secreta junto al GLP1 en las células L del intestino tras la digestión de nutrientes para reducir el apetito y la ingesta. Los estudios preclínicos objetivaron que la administración conjunta de forma intravenosa de PYY y GLP1 reduce la ingesta de energía y estimula la actividad en varias áreas del cerebro relacionadas con la saciedad. Abordar la obesidad tratando la saciedad es una vía a tener en cuenta.
Los autores destacan otras múltiples combinaciones posibles con los aGLP1. Entre ellas encontramos leptina, calcitonina, naltrexona, colecistoquinina o gastrina entre otras. Todas ellas con estudios muy preliminares, aunque interesantes.
En conclusión, la sinergia de los aGLP1 con otras moléculas está proporcionando estrategias novedosas para combatir múltiples mecanismos de manera simultánea. Junto con los recientes estudios de TZP, las futuras estrategias de combinaciones de aGLP1 con fármacos antidiabéticos y/o antiobesidad podrían convertirse en terapias multifuncionales más diversas. Estas estrategias lograrían brindar novedades terapéuticas para las personas con DM2 y con obesidad, y abrir así una nueva era en los tratamientos personalizados. Como solemos insistir en el blog, serán necesarios estudios ulteriores que nos confirmen y guíen en estas nuevas combinaciones.
Cuídense.
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