Asociación entre la insulinorresistencia y la microbiota
Comentario de Jaime Amor Valero y de Fátmia Villafañe Sanz
El estudio de la diabetes tipo 2 (DM2) día a día revela mas detalles de los mecanismos patogénicos que la determinan, entre los cuales queremos comentar en esta ocasión la implicación de la flora intestinal mediante su asociación con el aumento de la prevalencia de la diabetes mellitus (DM) y con la resistencia a la insulina (RI).
El estudio "Association of insulinresistance and Type 2 Diabetes with gut microbial diversity", publicado el pasado mes de Julio, diseñado para evaluar la asociación entre la composición de la microbiota intestinal de los pacientes y la asociación con desarrollar DM o presentar resistencia a la INS, demuestra la relación entre la composición de la flora intestinal y la prevalencia de DM2 y la resistencia insulina en individuos con y sin DM2, con independencia de diversos factores sociodemográficos y dependientes del estilo de vida.
La población procedente del primer estudio (“The Rotterdam Study”), estaba constituida por 1.418 pacientes con una edad media de 62,4 años (desviación media de 5,9 años) en la que el 57,5% eran varones.
Los 748 individuos procedentes del segundo estudio (“Life Lines DEEP Study”) con tenían una edad media de 44,7 años (desviación media de 13,4 años) y 57,6% eran hombres. Sobre el total de participantes se identificaron 193 pacientes con DM2.
El objetivo de este estudio fue identificar la asociación entre la composición de la flora intestinal y la RI o el riesgo de padecer DM. Se disponían de datos de glucemia basal en ayunas e insulinemia lo que permitió calcular el índice HOMA IR (Homeostatic Model Assessment of Insulin Resistance). También se determinó la presencia de DM2 en los participantes estudiados. Se valoraron en ambas cohortes datos referentes a nivel educativo, habito tabáquico, ingesta en la dieta, y actividad física. El análisis de la flora intestinal se determinó mediante diversos índices de diversidad de especies bacterianas.
Entre los resultados obtenidos se apreció que un mayor índice de Shannon [-0,06; 95% IC-intervalo de confianza (-0,10 a -0,02; p= 0,02)] y Richness [-0,07; 95% IC (-0,11 a -0,03; p= 0,03)] se asociaba a un índice HOMA menor y que un mayor índice de Richness se asociaba a una menor prevalencia de DM2 odds ratio [(OR) 0,93; 95% IC (0,88 - 0,99; p= 0,04)]. También se comprobó que un mayor índice de Shannon no se relacionaba con la menor prevalencia de DM2 [OR 0,83; 95% IC (0,66 - 1,03; p= 0,06)].
La diversidad beta (matriz de similitud de Bray Curtis) se asoció con el aumento de RI (R2 = 0.004, P =0,001 en The Rotterdam Studio y R2 = 0.005, P = 0,002 en The Life Lines DEEP study). Los resultados derivados del análisis de los datos en The Rotterdam Study mostraron diferencias estadísticamente significativas entre individuos con y sin DM2, aunque no en Life Lines DEEP Study.
Respecto al estudio de las especies identificadas, se demostró la asociación de un índice de HOMA IR menor ante una mayor presencia de bacterias del genero Christensenellaceae, Christensenellaceae grupo 7, Marvinbryantia, Ruminococcaceae UCG005, Ruminococcaceae UCG008, Ruminococcaceae UCG010 o Ruminococcaceae del grupo NK4A214. También se evidenció una menor incidencia de DM2 ante la mayor presencia de Clostridiaceae, Peptostreptococcaceae, Clostridium sensu stricto*, Intestinibacter o Romboutsia. Todas las especies comentadas tienen como característica común la producción de butirato, agente que interviene en diferentes vías del metabolismo de la glucosa.
Los resultados observados en cuanto a diversidad alfa y taxonomía en relación con HOMA IR o la prevalencia de DM2, no difirieron en cuanto a genero, edad o índice de masa corporal (IMC) de los participantes. Tras ajustar posteriormente variables como la dieta o la presión arterial entre los pacientes se observaron resultados similares entre subclases. De igual modo la asociación entre alfa diversidad y DM2 fue similar excluyendo a los pacientes que estaban en tratamiento con metformina (MET) o excluyendo a los que no la tomaban.
Algunos estudios previos han evaluado la relación entre DM2 y flora intestinal con algunas limitaciones (tamaño muestral, ausencia de datos en los pacientes o la falta de ajuste para factores de confusión).
El presente estudio sustenta la asociación entre una mayor diversidad alfa con menor RI y menor prevalencia de DM2 así como la relación entre la variación beta de la flora intestinal y la RI, demostrando la influencia de la flora intestinal en el riesgo de desarrollar DM2 en una población amplia, considerados diversos factores de confusión. También se plantea la hipótesis del probable beneficio derivado del aumento de la diversidad de la flora intestinal (específicamente de bacterias productoras de butirato) asociado a una menor RI y menor riesgo de padecer DM2.
Estas investigaciones apuntan a nuevos mecanismos en las causas de la DM2 y establecen en ellos posibles dianas terapéuticas.
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