La ingesta de alimentos con alto índice glucémico
en los niños varía según las razas
Sobre las bebidas azucaradas -BA- hemos
hablado largo y tendido y de forma periódica desde que se inició este blog,
habida cuenta que, como vimos, es causa directa de la obesidad y
consecuentemente de la diabetes tipo 2 (DM2). Comentamos como el consumo diario
per cápita diario de hidratos de carbono (HC) refinados en los países occidentales
se ha ido incrementando; siendo
paradigmático como EEUU ha aumentado de
64,4 a 141,7 kcal entre 1970 y 2006,
llegando en ciertos países (Méjico) a constituir más del 12% de las calorías
ingeridas. Las BA se han posicionado como la primera fuente de HC refinados en
la dieta del ciudadano de EEUU.
También vimos como según datos de la National Health and Nutrition Examination
(NHANES), la más conocida encuesta americana poblacional, Yang et al asociaron un aumento de la mortalidad
cardiovascular (MCV) en aquellos ciudadanos de EEUU que más azúcar añadido
tenían en su dieta. Y también según los datos de la cohorte poblacional americana la Reasons for Geographic and Racial Differences in Stroke (REGARDS) y utilizando cuestionarios de frecuencia alimentaria validados,se demostró que el consumo alto de HC refinados (refrescos o zumos) frente a unbajo consumo generaba un hazard ratio (HR) de mortalidad por enfermedad coronaria 1,44 (IC 95% 0,97-2,15) y de muerte por cualquier causa (MCC) de 1,14(IC 95% 0,97-1,33). Mostrándose el consumo de azúcar como una variable
continua, de modo que por cada 12 onzas de zumo de frutas consumido existiría
un exceso de riesgo de MCC de un 24%, no diferenciando entre los BA de los
zumos de frutas.
También comentamos como en un metaanálisis de Malik VS et al se observó como en el cuartil de más alta ingesta de BA se generó
un exceso de riesgo del 20% de síndrome
cardiometabólico (SM) y del 26% de
desarrollo de DM2 frente a aquellos de menor ingesta.
**Hoy hablamos del consumo de azúcar en los niños, en concreto en los niños de
EEUU. Un colectivo sobre el que van dirigidos numerosos programas poblacionales
para evitar su consumo en dicho país. La realidad es que existen diferencias
claras según el origen y la raza de los niños en cuanto a los parámetros de
obesidad (diferencias antropomórficas, porcentaje de grasa corporal y de masa
muscular), de la dieta y de la actividad física, sean blancos no hispanos,
hispanos, negros o niños asiáticos americanos. En este sentido la obesidad
sería más alta entre los hispanos en EEUU, aunque en mi opinión al margen de
causas culturales existiría un sustrato genético (insulinorresistencia); y
menor entre los niños asiáticos americanos.
Con todo, tanto los niños hispanos como los asiáticos serían los que tendrían
mayor riesgo de presentar enfermedad esteatohepatica no alcohólica y de
problemas cardiometabólicos a lo largo de su vida.
Sobre estos grupos de niños no hay muchos estudios al respecto. Si bien se
apunta que tanto los alimentos con mayor carga de sodio o refrescos azucarados
son distintos entre los asiáticos y los hispanos que aquellos no hispanos
blancos o negros americanos.
Al parecer las políticas y programas en este aspecto no son equitativas en
fondos ni en su implementación lo que conduce a incrementar aún más las
diferencias en la nutrición y la obesidad entre los hispanos y los niños
asiáticos del resto de niños americanos.
En este aspecto el azúcar añadido sería el principal predictor de obesidad, DM2, enfermedad esteatohepatica no
alcohólica y de SM.
Las BA se componen de sacarosa –“sucrose”- jarabe de fructosa, y zumos de frutas
concentrados. En este caso, se diferencian
los azucares añadidos de los que intrínsecamente se encuentran en los alimentos
(lactosa en la leche, o fructosa en el zumo de fruta natural). Otros azúcares
como los provenientes de los productos integrales también elevan el índice
glucémico (IG) y pueden contribuir a aumentar el riesgo de DM2, de SM o de
hígado graso, y pueden ser alimentos habituales en estas razas.
De ahí que en este estudio se busquen todas las fuentes de alimentos implicada
en el riesgo de generar un SM:
1.- Se examinan las diferencias étnicas en la cantidad de calorías consumidas
en forma de azúcares añadidos.
2.- Se valoran los alimentos con alto
IG
3.- Se identifican las 10 fuentes alimentarias más importantes de azúcar añadido
y tipos de alimentos con alto IG
4.- Se estratifican los resultados según la etnia de los niños.
Se trata los resultados a partir otra
encuesta americana de la NHANES. Un análisis transversal con el que evaluar la
nutrición y la salud de la población pediátrica de EEUU, mediante entrevistas
en el domicilio y revisión de salud anual.
En este caso se utilizaron los datos provenientes de las encuestas entre el 2011
y el 2016 de niños entre 6-11 años.
En total 3.112 niños del NHANES fueron entrevistados y explorados. La ingesta
media se evaluó mediante un modelo estadístico de regresión lineal según etnia.
Según ésta, al contrario de lo que pudiera parecer, los niños asiáticos
americanos y los niños mejicanos-americanos son los que ingieren menos azúcar
añadido a los alimentos. Sin embargo, los cereales (arroz…) serían las fuentes
que más azúcar añadido aportarían a la ingesta.
En los niños asiático-americanos los refrescos no contribuyeron a la ingesta de
azúcar añadido como si lo hicieron en
otras razas, si bien es cierto que éstos consumieron más alimentos con IG
elevado que otras etnias.
Los alimentos de alto IG variaron según las razas, así los mejicanos/americanos
ingerían más “burritos o tacos”, mientras otros grupos hispánicos, blancos no
hispánicos o negros más pizzas, y los asiáticos/americanos, arroz. En este sentido, ya comentamos en otro post su relación con la DM2, el arroz significaría el 37% del total de alimentos de alto IG en los niños asiáticos.
Concluyen que los alimentos con azúcar añadido y alimentos con alto IG varían
en los niños americanos según su etnia o grupo racial.
Existe por tanto un trabajo de sustitución o de reducción de este tipo de
alimentos para evitar que esto grupos sean más propensos al SM, la DM2 o el
hígado graso.
*Detalles sobre la encuesta se pueden consultar en:
https://www.cdc.gov/nchs/nhanes/index.htm
https://www.cdc.gov/nchs/data/series/sr_02/sr02_162.pdf
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