Tratamiento de la obesidad entre los adolescentes.
Comentario de Joan Francesc Barrot de la Puente @JoanBarrot
Hoy hablaremos de un problema que se produce en casi todas partes del mundo, siendo fácil de detectar pero complicado de tratar, la obesidad en la adolescencia.
Este problema de salud ha alcanzado proporciones epidémicas en todo el mundo, y la prevalencia de obesidad severa aumentó 4 veces en los últimos 35 años. La mayoría de los jóvenes con obesidad llevan su exceso de adiposidad a la edad adulta, lo que los pone en mayor riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2 (DM2), las enfermedades cardiovasculares (ECV) , la hipertensión (HTA), la dislipidemia y puede aumentar el riesgo de algunos tipos de cáncer. Además muestran complicaciones emocionales y sociales, como la depresión, los trastornos alimentarios y falta de autoestima. El trabajar con adolescentes puede ser un desafío y requiere diferentes enfoques.
La identificación de estrategias de tratamiento efectivas para la obesidad en el adolescente es primordial pero complicada por la etiología multifactorial:
• Psicológica: depresión, baja autoestima, apatía, ansiedad social.
• Ambiente Obesogénico: excedente de alimentos económicos y con alto contenido calórico.
• Metabólico: los niveles de estrés materno influyen directamente en el desarrollo fetal .
• Los estresores psicosociales pueden influir en el consumo excesivo de calorías.
• Comportamiento; la disminución de la actividad física y el aumento del tiempo en las “pantallas”.
• Genético: Múltiples genes están asociados con un mayor riesgo.
• Cambios hormonales durante la pubertad.
• Fisiológica: DM2, la resistencia a la insulina o hiperinsulimia.
Los enfoques de tratamiento adecuados deben tener en cuenta la edad, el sexo, el estado puberal, la gravedad de la obesidad, la etiología subyacente, las complicaciones relacionadas con la obesidad, los factores psicosociales y las preferencias del paciente y la familia para guiar el tratamiento.
Revisión de las guías clínicas
Las personas somos seres emocionales. Primero sentimos y después pensamos. Si no cuidamos la emoción en el mensaje no llegará a quien escucha o incluso podrás “herir”. Debemos evitar las palabras que estigmatizan. Además, se recomienda referirse a los individuos como "personas con obesidad" en lugar de "personas obesas".
Para algunos adolescentes con obesidad, los programas de modificación integral de estilo de vida conductual (donde se alienta a los participantes a cambiar sus pensamientos y controlar las emociones negativas con un marco cognitivo) debe servir como componente clave en todas las modalidades de tratamiento , así como la modificación de la ingesta alimentaria, tanto la cantidad como la calidad de los alimentos. El enfoque más utilizado es la Dieta del semáforo. Los alimentos verdes, o "casi en cualquier momento", son bajos en calorías y ricos en nutrientes e incluyen frutas y verduras. Los alimentos amarillos, son ricos en nutrientes pero densos en calorías. Los alimentos rojos, incluyen alimentos ultraprocesados, como postres, bebidas azucaradas y alimentos fritos. Usando la Dieta del semáforo, se ha observado una disminución estadísticamente significativa en el peso adolescente. Otras intervenciones se han centrado en alterar la distribución de macronutrientes de la dieta, incluidas las “bajas en grasas” o “bajas en carbohidratos", pero se necesita más evidencia.
La modificación de hábitos se centra en disminuir el comportamiento sedentario y aumentar la actividad física de moderada a vigorosa. En cualquier caso, aumentar la actividad física tiene el potencial de mejorar los resultados cardiometabólicos y es predictivo de un cambio de peso sostenido. Por lo tanto, la actividad física prescrita debe incluir 30 minutos de intensidad moderada 5 días a la semana, 20 minutos de actividad física vigorosa 3 días a la semana.
Disponemos del Orlistat, un inhibidor de la lipasa, y la Fentermina, un inhibidor de la recaptación de norepinefrina, aprobados por la Food Drug Administration (FDA) pero no están aprobados por la Agencia Europea de Medicamento (EMA) para el tratamiento de la obesidad pediátrica a largo plazo. Su uso clínico esta limitado debido a la modesta eficacia y sus efectos adversos. Actualmente estamos a la espera de la autorización de liraglutida a dosis altas (3 mg / día), un análogo del receptor del péptido-1 similar al glucagón (aGLP1), y la combinación de fentermina y topiramato en un ensayo clínico lanzado en 2019.
La cirugía metabólica y la bariátrica se considera ampliamente en el tratamiento más efectivo para la obesidad en adolescentes, ya que los estudios prospectivos del bypass gástrico en Y de Roux y la gastrectomía vertical en manga han demostrado una pérdida de peso corporal del 26% al 40% a largo plazo con mejoría de los factores de riesgo cardiometabólico, así como a una reducción del dolor musculoesquelético y un aumento funcional de la movilidad. Los adolescentes son significativamente más propensos que los adultos a tener remisión de la DM2 (86% frente a 53%) e HTA (68% frente a 41%).
Debemos destacar que la prevención y el tratamiento de la obesidad a escala global no serán posibles solo en entornos clínicos. Se deben realizar cambios en las normas sociales y culturales, en todos los sectores (gobierno, educación, atención de la salud, marketing e industrias de alimentos y bebidas), y en las escuelas, lugares de trabajo y la comunidad. Debido que la obesidad en el adolescente requiere un tratamiento de por vida, abordar esta enfermedad de manera efectiva requerirá recursos significativos, rigor científico …sino directos al desastre.
Cardel MI, Atkinson MA, Taveras EM, Holm JC, Kelly AS. Obesity Treatment Among Adolescents: A Review of Current Evidence and Future Directions [published online ahead of print, 2020 Mar 23]. JAMA Pediatr. 2020;10.1001/jamapediatrics.2020.0085. doi:10.1001/jamapediatrics.2020.0085
No hay comentarios:
Publicar un comentario