Los flavonoides de la dieta disminuyen la resistencia a la insulina
La implicación de los antioxidantes en el metabolismo glucídico no es algo nuevo. Sin embargo, no existen excesivos datos epidemiológicos. Comentamos un artículo de hace algunos meses que relaciona, o asocia, la ingesta de los flavonoides con la resistencia a la insulina (RI) y con los marcadores inflamatorios.
Se trata de un estudio transversal sobre 1997 mujeres de entre 18-76 años de Twins -UK- sin alteraciones glucémicas previas. En éstas se estudió la ingesta de 6 subclases de flavonoides (flavanones, antocianinas, flavan-3-ols, flavonoides poliméricos, flavonols, flavonas) en base a un cuestionario de 131 ítems que midió la frecuencia en la ingesta de este tipo de nutrientes según las bases de datos de la United States Department of Agriculture database.
Se midió, a su vez, la glucosa basal (GB), la concentración de insulina, la proteína C reactiva, el activador-inhibidor-1 del plasminógeno, la adiponectina...
Con ello se mostró que, según un análisis multivariante, la ingesta de mayores concentraciones de antocianinas y flavonas se asoció con una menor resistencia insulínica periférica según un modelo de evaluación de la homeostasis de la insulinorresistencia en forma de quintiles (del mayor -Q5- al menor quintil -Q1-, P por tendencia 0,04 en antocianinas y flavonas), y resultando, a su vez, una disminución de las concentraciones de insulina (Q5–Q1 = −0.7 μU/ml, P por tendencia = 0,02 en antocianinas; y entre Q5–Q1 = −0.5 μU/ml, P por tendencia 0,02 en flavonas).
Cuanto mayor fue la ingesta de antocianinas menores fueron los niveles de proteína C reactiva (Q5–Q1 = 0,3 mg/l, P tendencia 0,04), al tiempo que el quintil mayor en la ingesta de flavonas se asoció a una mejoría en los niveles de adiponectina (Q5–Q1 = 0.7 μg/L, P = 0.01).
Los alimentos ricos en antocianinas se asociaron también con menores concentraciones de insulina y de inflamación general. No encontraron asociaciones con otras clases de flavonoides.
Dentro de los alimentos consumidos, la principal fuente de flavonoides fue el té. En cuanto a las antocianinas el 10% se obtuvo por la ingesta de uvas, peras, bayas ( fresas , frambuesas, arándanos, y moras), o vino, y con respecto a las flavonas el 10% se debió al consumo de naranjas, vino y pimientos.
Concluyen, que altas ingestas de antocianinas y flavonas se asociarían con mejorías en la insulinorresistencia y la inflamación general. Señalan que estas concentraciones son fácilmente alcanzables con la dieta normal y que las reducciones observadas en los niveles de insulina son parecidas a las alcanzadas con las modificaciones de otros factores relacionados con los estilos de vida, por ejemplo caminar una hora diaria, o hacer una dieta baja en grasas durante un año. Las diferencias entre dosis altas y bajas de estos nutrientes son del tipo de 2 naranjas o incrementar la ingesta de uvas, o bayas, por ejemplo. En concreto las diferencias con la antocianinas se encontraría en 35 mg, que significaría consumir diariamente una porción de uvas (78 gr), fresas (105 gr), frambuesa (90 gr), arándanos (21 gr) o moras (39 gr).
Se necesitan, con todo, nuevos ensayos clínicos que evalúen la dosis-respuesta relacionadas con la ingesta de alimentos ricos en estos nutrientes (frutas, uvas, te, vino...) y la reducción del riesgo de presentar DM con el tiempo.
Jennings A, Welch AA, Spector T, Macgregor A, Cassidy A. Intakes of anthocyanins and flavones are associated with biomarkers of insulin resistance and inflammation in women. J Nutr. 2014 Feb;144(2):202-8. doi: 10.3945/jn.113.184358. Epub 2013 Dec 11.
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