¿Reducen los estilos de vida la incidencia de las complicaciones a largo plazo en los pacientes prediabéticos?. El Da Qing Diabetes Prevention Study y las complicaciones microvasculares
Esta admitido por infinidad de estudios que los cambios de estilos de vida y ciertas medicaciones son capaces de modificar la incidencia o de retrasar la aparición de la diabetes 2 (DM2) en personas con intolerancia a la glucosa (ITG)
El conocido como China Da Qing Diabetes Prevention Study (CDQDPS) evaluó la incidencia de DM2 en personas con ITG durante 6 años a las que se les había sometido a cambios en sus estilo de vida, resultado una reducción de la diabetes del 33% en el grupo que solo se le prescribió dieta, 47% en el del ejercicio físico y del 38% en el grupo que hicieron dieta junto con el ejercicio físico en comparación con el grupo control. Con todo ello se pudo concluir que no hay excesivas diferencias entre los tres grupos en cuanto a la prevención de la DM2. El seguimiento de este estudio a los 20 años mostró una reducción global en el grupo de intervención combinada de un 43% en la incidencia de DM2 con respecto al control.
El problema que se plantea es si este diagnostico precoz se traduce en una prevención de las complicaciones macro o microvasculares del DM2 diagnosticado precozmente. En lo que respecta a las complicaciones cardiovasculares –CV- se encontraron hazars ratios (HR) no significativos de 0.98, (IC 95% 0.71–1.37) en eventos cardiovasculares y HR 0.83, (IC 95% 0.48–1.40) en mortalidad CV.
El presente estudio, por su parte, evalua los cambios en la intervención de los estilos de vida en general sobre la retinopatía, nefropatía y neuropatía a los 20 del inicio del estudio.
El CDQDPS se inició en 1986 con 577 personas de Da Qing (China) con ITG que fueron aleatorizadas en los tres grupos que ya hemos nombrado (dieta, ejercicio y dieta+ejercicio físico) y con una duración de 6 años evaluó la incidencia de DM2; en el 2006, a los 20 años se evaluó la incidencia de complicaciones, incluidas las microvasculares. En 1986 los participantes se les practico una oftalmoscopia directa con dilatación por dos oftalmólogos y fueron fotografiados los fondos de ojo (FO); de los participantes con ITG 14.7% ya tenían retinopatía no proliferativa.
En el 2006 se recogieron datos sobre estilos de vida, peso, tensión arterial, índice tobillo-brazo (ITB) ...aspectos oftalmológicos (ceguera, fotocoagulación...), renales (diálisis), amputaciones, ... Se practicó fotografía de retina mediante cámara no midriática, se determinó la neuropatía (monofilamento) y se practicó una analítica con determinación de la HbA1c, creatinina, ratio albumina/creatinina...entre otras pruebas.
La incidencia acumulada de retinopatía severa fue del 9.2% en el grupo de intervención (combinación de los tres grupos) y del 16.2% en el control (p=0.03, log-rank test)
lo que explican por el retraso en 3.6 años en el diagnóstico de DM2 en el grupo control. O sea la retinopatía fue 47% más baja en el grupo de intervención que en el grupo control HR 0.53, (IC 95% 0.29–0.99, p=0.048).
Las fotografías de retina nos mostraron una retinopatía proliferativa –NPR- del 36.1% en el grupo de intervención frente al 38.7% en el grupo control (p=0.51). La NPR se presentó en el 41.6% de los DM2 y en el 14.3% de los no diabéticos.
La incidencia acumulada de nefropatía grave fue del 2.1% en el grupo de intervención frente al 2.0% de los controles (p=0.95), con un HR del 1.05 (IC 95%, 0.16–7.05, p=0.96). En cuanto a la neuropatía, solo 4 de los 542 participantes sufrieron amputaciones o gangrena y solo 4 de 333 participantes explorados tuvieron ulceras por presión. Las alteraciones de la sensibilidad tuvieron parecidas prevalencias entre los grupos (8.6 y 9.1%, respectivamente)
Se concluye que la intervención sobre los estilos de vida durante 6 años entre personas con ITG es capaz de reducir la incidencia de retinopatía proliferativa o ceguera en un 47% a los 20 años (número de pacientes a tratar –NNT- 14 a los 6 años) de la intervención, algo que se le relaciona con la reducción del 43% en la incidencia de la DM2.
La importancia de este trabajo radica en que es la primera evidencia que demuestra que los estilos de vida reducen la incidencia a la vez que las complicaciones a largo plazo en los pacientes con ITG. Por otro lado, que el 16.2% del grupo control a los 20 años presente retinopatía severa da cuenta del riesgo de esta complicación en individuos que aún no son considerados como diabéticos pero presentan ITG, lo que es un varapalo a los actuales umbrales diagnósticos. Con todo, según indican como limitación a estas conclusiones hay que tener en cuenta que la raza china es más prevalente en la retinopatía severa.
Gong Q, Gregg EW, Wang J, An Y, Zhang P, Yang W, et al. Long-term effects of a randomised trial of a 6-year lifestyle intervention in impaired glucose tolerance on diabetes-related microvascular complications: the China Da Qing Diabetes Prevention Outcome Study. Diabetologia. 2010 Nov 3. [Epub ahead of print]
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