Nuevas pruebas que consolidan a la HbA1c en del diagnóstico de la DM2
¿Que es más fiable en la determinación del pronostico cardiovascular del no diabético, la glucosa basal o la HbA1c?. Esta es poco más o menos la pregunta que se hacen Selvin et al en este estudio. Pues la relación de la HbA1c con las complicaciones microvasculares está ampliamente documentada desde el DCCT y del UKPDS en diabéticos. El umbral admitido en glucemia basal y HbA1c definitorio de diabetes se basa justamente en este hecho. Sin embargo, la relación en fases prediabeticas de estas variables glucémicas con otras complicaciones, como son las CV, no está tan investigado, y el grado de importancia de una prueba frente a otra en este aspecto es en buena medida desconocido.
Para ello los investigadores calcularon los valores pronósticos de la HbA1c y de la glucosa basal en relación al riesgo de padecer diabetes -DM2- o enfermedad cardiovascular -ECV-, cerebrovascular -AVC- o muerte, en 11,092 personas sin historia de DM2 y sin ECV durante el período de 1990-92 mediante dos contactos -encuesta personal y pruebas- y enmarcados en el estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) study; una cohorte prospectiva en cuatro comunidades de EEUU. Dado el gran número de participantes que se encontraban en el rango de 5-5,5 % de HbA1c (4950), se consideró a este estrato como del de referencia. A partir de aquí, encontraron una alta correlación entre la HbA1c y la GB (r = 0.73) y que la HbA1c estaba asociada (análisis multivariante con hazard ratios, 95% intervalos de confianza) a nuevos diagnósticos de DM2 y a eventos cardiovasculares, de tal modo que valores inferiores al 5.0%, entre el 5.0 y 5.5%, entre 5.5 y 6.0%, entre 6.0 y 6.5%, y de 6.5% tenían aparejados el diagnóstico de DM2 en HR 0.52 (0.40 a 0.69), 1.00 (referencia), 1.86 (1.67 a 2.08), 4.48 (3.92 a 5.13), y 16.47 (14.22 a 19.08), respectivamente. Dando incidencias acumuladas de diabetes 6%, 12%, 21%, 44%, y 79%. De la misma forma en relación a la cardiopatía isquémica los hazard ratios fueron 0.96 (0.74 a 1.24), 1.00 (referencia), 1.23 (1.07 a 1.41), 1.78 (1.48 a 2.15), y 1.95 (1.53 a 2.48), respectivamente y similares a los del ACV. Todos estos valores no mostraron la misma significación cuando se relacionaban con la glucosa basal que cuando lo hacían con la HbA1c.
La HbA1c mostró una curva en forma de “J” cuando se relacionaba con mortalidad, una curva que nos recuerda la “U” del estudio de Currie CJ et al comentado en el blog quid pro quo. No existiendo asociación entre la HbA1c y cardiopatía isquémica en valores inferiores a 5% pero si mayor riesgo de muerte por otras causas.
En todo ello hay que tener en cuenta el limitado número de determinaciones de glucemias basales y de HbA1c y que el estudio es prospectivo pero observacional y puede haber una limitación en los resultados al poderse introducir variables confusionales
Concluyen que estos datos apoyan la utilización de la HbA1c como prueba diagnóstica en la DM2 y que esta es un buen marcador de riesgo cardiovascular en el no diabético y mejor que la glucosa basal.
Elizabeth Selvin, Ph.D., M.P.H., Michael W. Steffes, M.D., Ph.D., Hong Zhu, B.S., Kunihiro Matsushita, M.D., Ph.D., Lynne Wagenknecht, Dr.P.H., James Pankow, Ph.D., M.P.H., Josef Coresh, M.D., Ph.D., and Frederick L. Brancati, M.D., M.H.S. Glycated Hemoglobin, Diabetes, and Cardiovascular Risk in Nondiabetic Adults. N Engl J Med 2010;362:800-11.
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