Comentario de Comentario de Joan Barrot de la Puente (@JoanBarrot)
Tanto la diabetes (DM) como la obesidad están asociadas con una mayor morbimortalidad cardiovascular (CV). Estudios previos (Di Angelantonio et al.) han demostrado que tener sobrepeso u obesidad se asocia con una mayor mortalidad por todas las causas (MCC) y mortalidad cardiovascular (MCV) frente al peso normal. Así mismo, una cohorte (Brown O, et al.) de personas con diabetes tipo 2 (DM2), demostraron que las personas con sobrepeso y obesidad tenían más probabilidades de ser hospitalizadas por infarto de miocardio (IAM) o accidente cerebrovascular (ACV). Un metaanálisis (Costanzo P, et al.) en pacientes con DM2, reportó una relación en forma de "U" entre el índice de masa corporal (IMC) y la MCV o la MCC. Las personas con DM2 presentan aterosclerosis más precoz y mayor rigidez arterial que aquellos sin DM2 dentro de todas las categorías de IMC.
Hoy analizamos un estudio de cohorte prospectivo y observacional del Biobanco del Reino Unido sobre personas de 37 a 73 años reclutados entre el 2006 y el 2010. (Sigue leyendo...)
Un total de 451.355 personas fueron estratificados por etnia e IMC (normal, entre 18,5 y 25 Kg/m2 -23 Kg/m2 si sudasiáticos-; sobrepeso, entre 25 y 30 Kg/m2 - de 23 a 27,5 para sudasiáticos-; y obesidad, mayor de 30 kg/m2 -27,5 kg/m2 en sudasiáticos-. Se incluyó registró tipo de DM, enfermedad ocular diabética, neuropatía/úlceras diabéticas y nefropatía diabética. Además se realizó un análisis de biomarcadores CV: grosor de la íntima-media carotidea (GIMc), rigidez arterial, fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) y el índice de contractilidad cardíaca (CCI).
El objetivo principal fue la MCV, y los secundarios IAM no fatal, ACV no fatal y la MCC; todos los demás análisis fueron exploratorios.
Del total de participantes, un 4,9% tenían DM (10,1% normo peso, 34,4% sobrepeso y 55,3% obesidad frente a 33,5%, 43,3% y 23,2%, respectivamente, sin DM). Las personas con DM eran mayores, predominantemente hombres, menos activos físicamente, y más desfavorecidos socioeconómicamente. Además presentaron una mayor prevalencia de todas las comorbilidades cardio-metabólicas. La prevalencia de las comorbilidades cardio-metabólicas (excepto la enfermedad arterial periférica (EAP)) aumentó con el IMC, independientemente del estado de DM.
Las tasas de incidencia ajustada (IRR) de IAM, ACV isquémico y MCV aumentaron en categorías mayores de IMC sin DM (p < 0,005); y fue comparable en los grupos de DM (interacción p > 0,05).
En los participantes sin DM, el riesgo de MCV fue comparable entre los participantes con sobrepeso, IRR 1 (IC 95 %; 0,93–1,08) y obesidad, IRR 1,27 (IC 95 %; 1,17–1,37) frente aquellos con IMC normal. Los participantes con DM y un IMC normal experimentaron un riesgo de MCV, IRR 1,55 (IC 95% ;1,21–1,98), con sobrepeso, IRR 1,71 (IC 95%; 1,47 –1,98) y obesidad, IRR 1,96 (IC 95%; 1,71–2,25). Las personas con DM y normopeso tuvieron una MCV comparable a las personas con obesidad sin DM, IRR 1,22 (IC 95 %; 0,96–1,56).
Un análisis de sensibilidad determinó que las personas con diabetes tipo 1 (DM1) presentarían resultados similares. También mostró que la adiposidad central se asocia con MCV, IAM no fatal y ACV no fatal en participantes sin DM; sin embargo, el riesgo fue mayor en DM sin adiposidad central.
En conjunto, los datos ilustran un fenotipo cardiovascular adverso asociado con el aumento del IMC en los participantes sin DM, aunque esta relación es menos clara en los participantes con DM que muestran anomalías marcadas, incluso en el grupo de IMC normal.
En los participantes con DM, también hubo una asociación adversa con la adiposidad central para GIMc, FEVI y el índice de rigidez arterial derivado de pletismografía (PASI), pero no para CCI.
Los puntos fuertes del estudio incluyen el fenotipo cardio-metabólico detallado con resultados a largo plazo de alta calidad y poder estadístico para estudiar la DM con un IMC normal. Sin embargo, también debemos reconocer las limitaciones. Primero, las medidas fenotípicas no se evaluaron en todos los participantes (un sesgo de supervivencia). En segundo lugar, no se estratifica por tipo de DM. En tercer lugar, un estudio observacional, no puede inferir la causalidad. Y finalmente, no se analizan las nuevas terapias, los factores dietéticos que pueden mediar algunos de los resultados CV adversos.
En conclusión, tanto la obesidad como la DM se asocian de forma independiente y acumulativa con una ECV más avanzada y eventos CV (EvCV) adversos mayores más frecuentes. Si bien la adiposidad y la DM, se correlacionan débilmente, sugiere que otros factores sustentan el alto riesgo cardiovascular de la DM con peso normal.
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