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2 de mayo de 2024

Las nuevas tecnologías están revolucionando la atención en diabetes



Comentario de Enrique Carretero Anibarro (@Enriq_Carretero)

                              

Las nuevas tecnologías sanitarias digitales (TSD) han irrumpido con fuerza revolucionando el manejo de la diabetes mellitus (DM). Para ponernos en contexto, las TSD son dispositivos que registran datos fisiológicos o de comportamiento que ayudan a los pacientes y a los sanitarios en la gestión y manejo de la enfermedad. Suponen un avance relevante porque hacen visibles datos a los que anteriormente no teníamos acceso, como por ejemplo muchas hipoglucemias nocturnas. 


Son muchas las ventajas que nos aportan estas tecnologías. Las TSD pueden descentralizar la toma de decisiones y así, reducir la necesidad de algunas visitas al consultorio o al hospital; reduciendo la carga asistencial de la DM, evitando costosas hospitalizaciones y aprovechando al máximo los recursos. Además, los datos sobre la salud y el comportamiento de los usuarios de TSD pueden contribuir a mejorar la gestión sanitaria. Identificando tendencias, detectando los riesgos e intervenciones necesarias para mejorar los resultados de salud de la población. Los datos obtenidos con la TSD se están incorporando a la historia clínica digital de los servicios de salud, lo que probablemente facilite la labor de los sanitarios. Y un aspecto clave siempre en el paciente con DM: las TSD permiten a los pacientes conocer mejor su estado de salud, con lo que se posibilita que sean proactivos en el manejo de su enfermedad. (Sigue leyendo...)


Pero, toda innovación encuentra dificultades, y aún queda recorrido para sacar el máximo partido posible de las TSD y alcanzar su integración en la atención clínica. Vamos a enumerar varias cuestiones relevantes, algunas de las cuales aún no tiene respuesta:

 

- Un tema espinoso es la propiedad y el derecho de los datos registrados con las TSD. Los datos sanitarios son recogidos para ayudar clínicamente a los pacientes, pero, a la vez, son sumamente útiles para la investigación, la gestión de los servicios de salud y el desarrollo de nuevos y mejores dispositivos. Por lo que se puede deducir que hay múltiples partes interesadas: los pacientes, los sanitarios, los investigadores, los fabricantes de los dispositivos, y los sistemas de salud. El reto consiste en optimizar la gestión y el uso de los datos, bajo la premisa del respeto de la privacidad de los pacientes.


-También se plantean problemas de privacidad. La mayoría de los dispositivos utilizan datos inalámbricos para comunicarse, y estos pueden ser interceptados. Por este motivo, las agencias reguladoras internacionales imponen requisitos de ciberseguridad a las plataformas digitales y los dispositivos médicos.


-Las disparidades en el acceso a los recursos digitales son una realidad que agrava las desigualdades existentes en la atención sanitaria. Es fundamental apoyar a los pacientes en su experiencia digital, facilitando el acceso y la educación que será de vital importancia para reducir "la brecha digital" y las desigualdades sanitarias resultantes.


- Uno de los mayores retos de las TSD es el enorme volumen de datos generados, que pueden resultar abrumadores. Se están realizando esfuerzos para la adecuada clasificación y análisis con el fin de hacerlos clínicamente útiles.


- Un problema de la misma índole es que actualmente las TSD no están lo suficientemente desarrolladas, y ocasionalmente se pueden activar falsas alarmas, lo que puede conllevar a la toma de decisiones erróneas por parte del paciente e incluso inducir que se solicite una atención médica innecesaria.

 

En resumidas cuentas, es probable que las TSD cambien la forma de observar y tratar la DM, puesto que estos registros permiten observar patrones fisiológicos y de comportamiento en la vida real, que hasta ahora no estaban a nuestro alcance. Estos nuevos datos pueden ayudar a fomentar un marco sanitario proactivo que se adapte mejor a cada paciente, permitiendo la prevención precoz y los tratamientos personalizados.


Un tema que nos compete directamente es que el uso cada vez más extendido de los TSD generará una redefinición de las funciones del personal sanitario, y es posible, que no todos los sanitarios estén preparados para gestionar o comprender esta tecnología. Una cuestión donde los profesionales podemos tener un papel clave será discriminar que resultados son clínicamente significativos, ya que algunas alertas de estos dispositivos pueden ser erróneas y provocar un uso superfluo de la asistencia sanitaria. 

 

Pero no hay que perder de vista cuál es el objetivo final: los pacientes con DM. Incrementar sus conocimientos de la enfermedad les permitirá poder mejorar su autogestión. Para ello es necesario educar a los pacientes en el manejo adecuado de los datos de las TSD. Y lo que es más importante, si queremos implementar la calidad de la atención sanitaria, hay que evitar la brecha digital.

 



Ginsburg GS, Picard RW, Friend SH. Key Issues as Wearable Digital Health Technologies Enter Clinical Care. N Engl J Med. 2024 Mar 21;390(12):1118-1127. doi: 10.1056/NEJMra2307160. PMID: 38507754. 

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