EASD 2020.- Relación entre la HbA1c y la demencia en pacientes con DM2.
Comentario de Carlos H. Teixidó @carlos_teixi
Es lógico pensar que a medida que un paciente aumenta su esperanza de vida sea más proclive a padecer comorbilidades relacionadas con la edad. Y es que el caso de la demencia y sus diferentes subgrupos, no se escapa de este axioma. Además hay estudios recientes que sugieren que un tercio de los casos de demencia se relacionan de forma directa con los estilos de vida (EV), y particularmente los relacionados en pacientes con la diabetes tipo 2 (DM2) suponen el 3,2% de estos casos. Sin embargo, la evidencia es limitada en cuanto a qué influencia tiene cada factor en la asociación entre DM2 y demencia.
Sobre esta cuestión, el Dr. Celis-Morales ha presentado un interesante estudio en la 56ª edición del Congreso Anual del European Association for the Study of Diabetes (EASD) que se está celebrando actualmente de manera online.
El objetivo principal del estudio presentado era saber en qué medida la DM2 se asocia con la incidencia de los diferentes subtipos de demencia, así como conocer si esta asociación difiere en relación con la HbA1c. Igualmente estudiaron qué factores de riesgo pueden servir para explicar esta relación. Para ello, analizado el National Diabetes Registry de Suecia en el que se encuentran 378.299 pacientes con DM2 mayores de 18 años; lo que supone el 90% de las personas diagnosticadas de DM2 de Suecia. Además, han incluido en el estudio un grupo control de más de 1,8 millones de personas sin DM2. El seguimiento medio fue de 7,03 años.
El hazard ratio (HR) para la demencia en la población con DM2 frente al grupo control fue HR 0,92 (IC 95%) para la enfermedad de Alzheimer, HR 1,35 (IC 95) para demencias vasculares y HR 1,08 (IC 95%) para demencias no vasculares. No disponemos de los límites del intervalo de confianza, sin embargo, en la gráfica expuesta parece que los resultados son estadísticamente significativos al no cruzar el valor de referencia.
Es interesante la relación que evidencian los autores entre la HbA1c y las incidencias de los diferentes subtipos de demencia. Para la enfermedad de Alzheimer, HbA1c superiores al 10% y al 9% (intervalo 9-10%) suponen un aumento de 35% y 32% respetivamente en la incidencia de la misma. En demencias no vasculares estos mismos intervalos de HbA1c acarrean un incremento del 67 y 46% respectivamente. Y en cuanto a demencias vasculares HbA1c superiores al 10% suponen un aumento de incidencia de hasta el 97%. Aunque todos estos resultados fueron estadísticamente significativos, la relación entre los valores glucémicos y la enfermedad de Alzheimer no lo fue para valores HbA1c inferiores al 8%.
En cuanto al peso relativo de los factores de riesgo para el desarrollo de demencia, el estudio concluye que los factores relacionados con las enfermedades cardiovasculares (ECV) suponen el 40% de la incidencia de demencia vascular en los pacientes con DM2. La presión arterial diastólica (PAD) (10%), la presencia de eventos cardiovasculares (EvCV) previos (7%), los años de evolución de la DM2 (6,4%), la presión arterial sistólica (PAS) (5,36%) y el índice de masa corporal (IMC) (4,35%) son los principales factores -junto con la edad- que explican el efecto de la DM2 sobre la demencia vascular. El ponente enfatizó en varias ocasiones que varios de estos factores pueden ser modificados desde nuestras consultas y que por tanto, debemos incidir en ellos de forma activa. Por el contrario, estos factores representaron solo alrededor del 10% del efecto de la diabetes sobre el riesgo de enfermedad de Alzheimer y el 20% de su asociación con el riesgo de demencia no vascular, anotó el presentador.
En conclusión, los pacientes con DM2 presentan un mayor riesgo de demencia que la población general, pero el riesgo objetivado fue mayor para la demencia de tipo vascular que para el Alzheimer o las demencias no vasculares. Además valores de HbA1c elevados se relacionaron con un gran aumento en la incidencia de demencia vascular y no vascular; sin embargo esta relación no es del todo clara en la enfermedad de Alzheimer.
Los autores han sido conscientes en todo momento de las limitaciones del estudio (escaso tiempo de duración para una población con una edad media de 64 años, dificultades en el diagnóstico de las demencias, fallos en la inclusión de datos…) sin embargo, a este redactor le hubiese gustado conocer la distribución de los fármacos prescritos, así como su posible relación con la demencia (ya hemos comentado en otras ocasiones la posible relación entre MET y demencia) .
Este estudio, por tanto, parece poner en evidencia la relación entre la DM2 y las demencias vasculares y lo aleja de la idea que lo asociaba con el Alzheimer. Pero quizá lo más interesante sea la importancia relativa que se atribuye a cada factor de riesgo. Y es que "pesar" ciertos factores y relacionarlos de forma activa con el desarrollo de la demencia, nos permitirá saber dónde debemos incidir desde nuestras consultas para ser más eficientes a la hora de prevenir esta enfermedad.
https://www.easd.org/sites/default/files/EASD2020_FinalProgramme.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario