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10 de marzo de 2021

Predisposición a los dispositivos de monitorización remota en el manejo de la diabetes.

Predisposición a los dispositivos de monitorización remota en el manejo de la diabetes.

Comentario de Carlos H. Teixidó @carlos_teixi

Los dispositivos de monitorización remota (DMR) son sensores que captan datos fisiológicos y conductuales del usuario y que pueden ser enviados de forma directa al profesional sanitario como complemento de las mediciones analíticas o físicas que se pueden recoger en consulta. Sin duda alguna, es innegable que esta tecnología se inmiscuye en nuestro día a día o limita nuestra intimidad. Por otro lado, es esta tecnología la que nos permite avanzar a pasos agigantados sobre el control y cumplimiento de las directrices marcadas para el cuidado de las enfermedades crónicas. Su versión más comercializada y por tanto más extendida, son los wearables (también llamada tecnología vestible). El más común de ellos es probablemente las pulseras de registro de actividad física o su versión simplificada, los cuentapasos. 
Aunque ampliamente extendidos y a un precio cada vez más asumible, la predisposición de ciertos pacientes para adoptar este tipo de dispositivos no siempre es muy alta. En lo relacionado con las hipoglucemias (que será unos de los temas a analizar), el miedo a ellas por parte de algunos pacientes, predispone en gran manera su temeridad a la hora de usar nuevas formas de medición de glucemias. Más si cabe, si estás son ofrecidas de manera hipotética como veremos en el estudio.

El artículo que hoy comentamos es un análisis descriptivo mediante la realización de encuestas sobre las preferencias de los pacientes con diabetes tipo 1 y 2 (DM1 y DM2) en cuanto a la predisposición de adoptar DMR relacionados con su enfermedad. Para ello, los autores han planteado 36 escenarios hipotéticos que recogen diversas situaciones en lo relacionado a 3 ítems. 

El primero versa sobre el parámetro a analizar (glucosa, alimentación y/o actividad física). Junto a este primero, se plantean cuestiones sobre la manera de monitorizar (obtener los datos en la consulta del profesional u obtenerlos en tiempo real; y que esos datos sean analizados por un profesional o por una inteligencia artificial), y sobre el manejo de los resultados (por entidades públicas o privadas).
Para la realización del estudio fueron encuestados 1010 pacientes de 30 países diferentes entre los meses de febrero y julio de 2019. 
El objetivo principal del estudio fue valorar la efectividad mínima que debía tener un dispositivo electrónico en cuanto a la reducción de las hipoglucemias y a la prevención de complicaciones oftalmológicas, para adoptarlo en su día a día. 
En total, fueron valorados 2860 escenarios posibles.

El paciente tipo fue una mujer francófona, de 57 años con DM1 en tratamiento con una pauta bolo-basal. El 5% de los encuestados precisaron de ayuda en el último mes para resolver al menos una hipoglucemia. Un gran parte de los participantes (57%) usaban herramientas de monitorización digital en su día a día, y el 26% ni lo usa, ni tiene intención de hacerlo en un futuro.

Del total de escenarios analizados aproximadamente una tercera parte de los pacientes exigirían de una efectividad mucho mayor que su dispositivo actual para cambiar en cuanto a la prevención hipoglucemias. Por otro lado, el 65% de los encuestados tan sólo pedirían que el dispositivo fuera al menos como el anterior. Los principales factores que influyeron en las respuestas de los encuestados fueron la intromisión percibida en la intimidad del paciente y la existencia de una pauta insulínica (INS), tanto en pautas bolo-basal como en infusión continua (bombas de INS).

Los resultados obtenidos fueron similares en cuanto a los dispositivos de prevención de complicaciones oftalmológicas. El 35% precisaba de una efectividad mucho mayor que su dispositivo previo y el 65% de al menos la misma efectividad que el previo. Los factores que influenciaron las respuestas de los pacientes fueron la intromisión del dispositivo en su día a día, la preocupación por las complicaciones futuras y, de nuevo, el uso de INS.

En líneas generales, los pacientes sin INS precisaron de una efectividad menor que los insulinizados para adoptar el nuevo dispositivo. Los autores relacionaron este recelo con la temeridad que suponen las hipoglucemias, tal y como comentábamos en la introducción del post. Igualmente, es interesante destacar que los dispositivos de monitorización de alimentación en tiempo real fueron evaluados como indeseables, porque los encuestados se sintieron juzgados sobre el manejo de su DM de manera directa. 

En resumen, los DMR más intrusivos precisan de mayores beneficios objetivables en cuanto a prevención de hipoglucemias o de complicaciones oftalmológicas, para ser adoptados por los pacientes. Además, las preferencias del usuario deberían tenerse en cuenta a la hora de diseñar nuevas herramientas de salud digital, así como las de los profesionales que las recomiendan.
Los autores creen que serán necesarios estudios experimentales ulteriores para analizar la adopción de los DMR en un contexto real y con dispositivos reales. Así mismo, destacan la necesidad de crear planes de educación terapéutica para la adopción y manejo de dispositivos que puedan ofrecer grandes beneficios en cuanto a la salud del paciente de manera probada. Y es que los DMR no dejan de ser un futuro muy presente.

Cuídense.

Oikonomidi T, Ravaud P, Cosson E, Montori V, Tran VT. Evaluation of Patient Willingness to Adopt Remote Digital Monitoring for Diabetes Management. JAMA Netw Open. 2021 Jan 4;4(1):e2033115. doi: 10.1001/jamanetworkopen.2020.33115


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