27 de junio de 2019

Los factores debidos a los estilos de vida parecen no explicar la progresión a la diabetes tipo 2 en los pacientes con prediabetes.

Los factores debidos a los estilos de vida parecen no explicar la progresión a la diabetes tipo 2 en los pacientes con prediabetes.

En memoria de Dr  Javier Sangrós, autor de este estudio y recientemente fallecido

La incidencia y prevalencia de la diabetes tipo 2 (DM2) va aumentando en los países occidentales. Muchos de estos pacientes ya tienen complicaciones en el momento de su diagnóstico lo que fundamenta su diagnóstico precoz y las actividades de prevención en aquellos con alto riesgo de debutar con esta enfermedad.
De ahí que la American Diabetes Association (ADA) recomiende cribar las alteraciones del metabolismo hidrocarbonado (HC) en los adultos  mayores de 45años con al menos un factor de riesgo como índice de masa corporal (IMC) mayor de 25 kg/m², antecedente de hipertensión arterial (HTA), y niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL-c), historia de diabetes gestacional (DG)...y otros factores tradicionales relacionados con la DM2. Y detectar y controlar los estados del metabolismo HC que sin llegar a ser una DM2 están alterados (prediabetes, PRED), habida cuenta que entre el 5-10% de los pacientes con PRED desarrollan la DM2 cada año.
A todo ello existen diferente definiciones de la PRED que dificulta el estudio de su transcendencia.
Así, mientras el ADA considera a la glucosa basal alterada (GBA) como una glucosa basal en ayunas (GB) entre 100 y 125 mg/dl, la Organización Mundial de la Salud (OMS)  y la Diabetes Canada (DC) son más restrictivos encontrándose la GB entre 110 y 125 mg/dl. En la intolerancia a la glucosa (ITG) tanto la OMS como la DC y el ADA consideran un nivel de entre 140-199 mg/dl tras las dos horas de una prueba de sobrecarga oral a la glucosa (SOG). En cambio en el intervalo de HbA1c en la PRED la  OMS como la DC consideran un nivel de 6,0–6,4%, el ADA, por su parte entre 5,7-6,4%.  De ahí que la sensibilidad y especificidad de estos niveles se relacione con prevalencias distintas, de tal modo que entre uno u otro criterio (ADA vs OMS) se pudieran sobrestimar los casos de PRED entre 2-5 veces.
El presentar una GBA tiene menos posibilidades que la ITG o tener ambas situaciones a la vez de debutar con DM2. De la misma forma, tener una HbA1c entre 6-6,4% tiene la misma posibilidad de desarrollo de la DM2 que la GBA.
El estudio que comentamos intenta evaluar el impacto de los estilos de vida como predictores del debut con DM2 en personas con PRED.
Se trata de un análisis a partir de la cohorte del Primary Health Care on the Evolution of
Patients with Prediabetes (PREDAPS), un estudio realizado en España por nuestro grupo por 125 médicos del primer nivel (AP) en sus consultas. El PREDAPS  se inició en el 2012 con el objetivo de determinar la incidencia de DM2 en individuos con PRED y de identificar aquellos factores asociados al desarrollo de la enfermedad y de sus complicaciones en este grupo de individuos. La cohorte inicial fue de  2022 individuos (48,6 % varones, de 30-74 años al inicio), 1184 con PRED (tres grupos, según las distintas definiciones y combinaciones de éstas)  y una cohorte control de 838 personas sin alteraciones del metabolismo glucémico (un solo grupo).
De cada una de las personas estudiadas se analizaron variables socio-demográficas, educacionales, familiares, antecedentes de DM2,  antropométricas, y analíticas. Además se determinaron los  tratamientos farmacológicos, los hábitos dietéticos, la actividad física, los hábitos tóxicos,…
En este análisis se incluyeron una cohorte de 1184 individuos PRED (según criterios del ADA) y 838 individuos sin alteraciones del metabolismo de los HC. El período analizado fue entre 2012 y la tercer visita de seguimiento (2015). Las relaciones entre los estilos de vida y el inicio de la DM2 a partir de la PRED se analizó mediante tasas de riesgo aleatorios (hazard ratio -HR) según tres modelos secuenciales.
Según éste, la tasa de incidencia global de DM2 al final del 3 año fue de  4,26 casos (IC 95% 3,61–5,01) por 100 personas y año. Sin embargo, la tasa de incidencia de DM2 en el grupo 1 (GBA) fue de 2,27 casos por 1000 personas y año (IC 95% 1,4-3,6), de 1,18 (IC 95%, 0,65-2,13) grupo dos (HbA1c) y de 6,68 (IC 95% 5,71-8,23) para el grupo 3 (ambos). 
El factor de riesgo más importante fue la obesidad abdominal con un HR 2.29 (IC 95% 1,49–3,52) y  la HTA HR 2,16 (IC 95% 1,41–3,30). 
Utilizando al grupo 2 como referencia los HR para el grupo 3 fue de  5,82 (IC 95% 3,13– 10,82) y para el grupo 1 de 1,83 (IC 95% 0,85–3,93), siendo estas estimaciones constante una vez ajustadas por los estilos de vida y los factores metabólicos.   De modo que los parámetros de PRED,  GBA y de HbA1c tienen una alta probabilidad de desarrollo de DM2, 6 de cada 100 en estas categorías debutaran con DM2 cada año.
Concluyen que dada las pequeñas reducción en los riesgos entre los modelos estadísticos 3 y el modelo 2 los estilos de vida y el metabolismo parecen no explicar las diferencias en el inicio de la DM2 en los pacientes con PRED.


Ezquerra-Lázaro, Cea-Soriano L, Giraldez-García C, Ruiz A, Franch-Nadal J, Diez-Espino J, Nogales P, Carramiñana F, Javier Sangros F, Regidor E1; PREDAPS Study Group. Lifestyle factors do not explain the difference on diabetes progression according to type of prediabetes: Results from a Spanish prospective cohort of prediabetic patients. Diabetes Res Clin Pract. 2019 May 29. pii: S0168-8227(19)30092-0. doi: 10.1016/j.diabres.2019.05.033. [Epub ahead of print]


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