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25 de abril de 2024

Vivir..., dormir bien..., tal vez soñar... y controlar mejor la DM2, evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida

 

Comentario de Javier Díez Espino (@DiezEspino)


El título de este comentario parafrasea a Shakespeare en Hamlet: "morir…, dormir…, tal vez soñar" (que habla del morir y considerarlo como dormir y entonces tal vez soñar). Pero no queremos hablar de muerte, sino de vida, y vida con buena salud. 


En 2022 por primera vez se contempla la valoración del sueño en el consenso de tratamiento de la diabetes tipo 2 (DM2) del Consenso ADA/EASD (American Diabetes Association/ European Association for the Study of Diabetes). Quizá deberíamos plantearnos por qué se ha retrasado tanto contemplar este aspecto fundamental en la salud del ser humano y si le prestamos la debida atención a la actuación global sobre los hábitos de vida incluyendo la actividad física (las 5 "S" en inglés  sleep, sitting, stepping, sweating, and strengthening o dormir, sedestación, caminar, sudar y fuerza) junto con la alimentación, sin olvidarnos de las relaciones sociales, horarios laborales y su importancia para la salud mental de las personas. (Sigue leyendo...)


El mecanismo por el cual se relaciona la arquitectura del sueño y la DM2 es bidireccional y ocurre mediante múltiples cambios fisiológicos, por alteración de la secreción del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, con alteración de la resistencia (RI) y secreción de insulina (INS), niveles de cortisol, mayor activación simpática y secreción de catecolaminas, así como elevación de las citoquinas proinflamatorias secretadas por el tejido adiposo descenso de leptina y aumento de grelina. También los aspectos comportamentales con la alteración de los ritmos circadianos. 

 

El artículo que hoy comentamos es extenso en su análisis del problema y en sus recomendaciones por lo que es difícil comentar y resumir todos los aspectos que trata, pero para abrir boca unas cuestiones:

 

-¿Es usted búho o alondra?, es decir, ¿se acuesta tarde y se levanta tarde o se acuesta temprano y se levanta temprano? Ser búho comporta un riesgo 2,5 superior de desarrollar DM2 que ser alondra, independientemente de la duración y suficiencia del sueño. 

-¿Trabaja usted a turnos? El trabajo a turnos comporta un 10% más de riesgo de desarrollar DM2 y en personas con DM2 el trabajo nocturno o rotatorio se asocia a un peor control glucémico.

-¿Le cuesta iniciar y mantener el sueño y tiene una mala calidad de sueño? Se asocia con mayores niveles de HbA1c y mortalidad por cualquier causa (MCC).

-¿Le gusta trasnochar intensamente los fines de semana y compensar levantándose muy tarde? Se asocia con mayores niveles de HbA1c, riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y cardiopatía isquémica (IAM), MCC y mortalidad cardiovascular (MCV).

 

El ritmo circadiano, la calidad, cantidad y momento del sueño son elementos esenciales para el mantenimiento de una buena salud. Los propios autores de este documentado artículo de revisión parten de la base de que estos elementos se relacionan de forma directa con marcadores de glucemia, riesgo de ECV y MCC en las personas con DM2 aunque las evidencias más firmes lo son en la cantidad del sueño. Mejorar el sueño en las personas con DM2 sigue siendo una medida de efectividad esquiva y ello limita su aplicabilidad. 

 

Probablemente pocos profesionales preguntan a sus pacientes con DM2 acerca del sueño, y de lo anteriormente comentado podemos deducir que debería formar parte de una valoración holística de los estilos de vida (EdV) y considerar el uso de estrategias para facilitar también la autogestión del sueño (cuestionarios autoadministrados, uso de acelerómetros, apps, …). Abordar el tratamiento de la apnea de sueño mediante el uso de CPAP (continuous positive airway pressure) no parece tener beneficio a nivel del control glucémico, pero debemos ofertarlo a nuestros pacientes por los incuestionables beneficios que tiene sobre su calidad de vida.

 

La higiene del sueño y el abordaje del comportamiento es crucial, y debe formar parte de las actividades educativas en el paciente con DM2. La mejora en la higiene del sueño puede influir positivamente en la cantidad y calidad del mismo. Un objetivo de 7-9 horas diarias de sueño con una meta de conseguir que el 85% del tiempo en la cama lo sea durmiendo, un horario regular y un desfase inferior a los 90 minutos entre el horario entre semana y el de fin de semana, forman el núcleo de parámetros saludables a conseguir. 

 

Ciertamente no es fácil y tenemos experiencia en nuestro día a día. Cómo abordar el problema todavía está en mantillas, pero debemos estar atentos y ser sensibles a su detección y propuestas de intervención. 








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