La enfermedad microvascular en la patogénesis de la insuficiencia cardíaca en la Diabetes.
Comentario de Joan Francesc Barrot de la Puente @JoanBarrot
Se estima que la insuficiencia cardíaca (IC) afecta entre el 1% y el 2% de la población de los países desarrollados. Se espera que el número de pacientes con IC aumente en el futuro como resultado del envejecimiento de la población y el aumento de la tasa de factores de riesgo cardiovascular (FRCV), como la hipertensión (HTA), la obesidad, el síndrome metabólico (SM) y la diabetes (DM). Además, la IC tiene un impacto importante en los costes de los sistemas sanitarios.
Los datos epidemiológicos recientes indican que el 10-15% de las personas con DM experimentan IC durante su vida, y el 44% de los pacientes hospitalizados por IC se ven afectados por la DM. Además, es un indicador de mal pronóstico respecto a los individuos sin DM con IC; de hecho, tienen un mayor riesgo de muerte súbita cardíaca y de rehospitalización por empeoramiento de la IC. Curiosamente, la IC en personas con DM se caracteriza por una IC con fracción de eyección preservada (ICFEP), cuya prevalencia entre las personas con DM es del 45%.
Comprender las bases patogénicas de la IC en personas con DM es uno de los desafíos contemporáneos más importantes para establecer las estrategias adecuadas de prevención cardiovascular (CV).
El desarrollo de IC en la DM es un proceso complejo y multifactorial que involucra diferentes mecanismos. Estos incluyen los cambios morfológicos y estructurales del corazón, alteración de la capacidad oxidativa mitocondrial y del manejo del calcio, lipotoxicidad y glucotoxicidad, alteración de los procesos cardioprotectores y cardiorreparadores, exceso de estrés oxidativo, aumento de productos de glicosilación avanzada, alteración de la señalización de la insulina (INS), inflamación crónica de bajo grado, y alteraciones de la homeostasis neurohormonal, entre otros.
Li et al. investigó la asociación entre la enfermedad microvascular (retinopatía –RD-, neuropatía y nefropatía) y el riesgo de IC. Se analizó la base de datos del Biobanco del Reino Unido (más de 500.000 personas entre 2006 y 2010). Los principales resultados del análisis respaldan que cuanto mayor sea la carga de complicaciones microvasculares (es decir, el número de órganos afectados) mayor será el riesgo de incidencia de IC en personas con DM. En particular, individuos con tres órganos afectados en comparación con aquellos sin ningún órgano afectado tenían una mayor incidencia (11 veces) y 4 veces mayor riesgo de IC.
El estudio retrospectivo de Tochiya, et al., también demuestra la relación entre las complicaciones microvasculares en el paciente con DM, la gravedad de la RD (RD proliferativa), un hazard ratio (HR) 2,96 (IC 95%;1,09-6,83, p 0,035) y la nefropatía, macroalbuminuria, HR 4,23 (IC 95%; 2,24-7,85, p inferior a 0,001) se asocian más fuertemente con la IC con fracción de eyección no reducida (ICFER) (ICFE levemente reducida y ICFEP combinadas, con una FE ≥ 40%) que con la ICFER en pacientes sin IC previa. El desarrollo de la no ICFER puede estar mediado por un mecanismo similar al de las complicaciones microvasculares en estos pacientes.
Durante las últimas dos décadas, se ha puesto de manifiesto que la disfunción microvascular coronaria juega un papel clave en la génesis de la IC en personas con DM. En este contexto, también se ha documentado que manifestaciones adicionales de disfunción microvascular, como RD o nefropatía, se asocian con IC en individuos con diabetes.
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