Duración de la diabetes tipo 2 y el riesgo de cáncer.
Comentario de Joan Francesc Barrot de la Puente @JoanBarrot
Existe una creciente evidencia que indica un vínculo estrecho entre la presencia de diabetes tipo 2 (DM2) y riesgo de ciertos tipos de cáncer. La influencia de la duración de la DM2 sobre la incidencia de cáncer sigue siendo poco conocida. Específicamente, poco se sabe si el aumento del riesgo de cáncer después del diagnóstico de la diabetes (DM) persiste con la duración o disminuye gradualmente con el tiempo a medida que la producción endógena de insulina (INS) disminuye.
El presente estudio tuvo como objetivo evaluar la asociación entre la duración de la DM2 e incidencia de cáncer. Seguimiento prospectivo de la cohorte del Nurses’ Health Study (NHS) de 113.429 enfermeras de 30 a 55 años, y la cohorte del Health Professionals Follow-up Study (HPFS) con 45.604 profesionales masculinos de 40 a 75 años que no tenían DM ni cáncer al inicio del estudio. No se consideraron los cánceres de piel no melanoma por su alta incidencia y grado extremadamente bajo de malignidad. Tampoco se consideró el cáncer de próstata, debido a su constante asociación inversa con DM2 y posible sesgo de detección.
Se registró cuestionarios bienales validados de dieta, actividad física y uso de medicamentos. Para obtener conocimientos mecanicistas, se evaluaron los niveles plasmáticos del péptido C y la hemoglobina glicada (HbA1c). Uso de modelo de riesgos multivariables con la edad (mayor o menor de 60 años), índice de masa corporal (IMC) tanto para la DM2 como para el cáncer ( inferior a 25 kg/m2, 25-30 kg/m2, superior a 30 kg/m2) y tabaquismo. Duración de la DM2 utilizando puntos de corte pre-especificados: inferior a 2 años, de 2,1 a 4 años, 4,1 a 6 años, 6,1 a 8 años, 8,1 a10 años, 10,1 a 15 años, y más de 15 años. Presencia de enfermedades o afecciones crónicas (hipercolesteronemia, hipertensión (HTA), cáncer, accidente cerebrovascular (AVC) e infarto de miocardio (IAM).
En ambas cohortes, frente a los participantes sin DM, los DM2 eran de mayor edad, mayor IMC, mayor prevalencia de HTA e hipercolesterinemia, menor actividad física y ingesta de alcohol y una mayor proporción de antecedentes familiares de DM pero una proporción ligeramente menor de antecedentes familiares de cáncer. Durante el seguimiento de 4.294.078 personas-año, se documentó en las 2 cohortes un total de 43.849 casos de cáncer de los cuales 21.977 (50,1%) eran cánceres relacionados con la obesidad y 26.904 (61,4%) relacionados con la DM.
Después de ajustar por demografía, estilo de vida, factores dietéticos e IMC, la DM2 se asoció con un riesgo significativamente mayor de los 3 cánceres compuestos; con un hazard ratio (HR) de 1,21 (IC 95%; 1,16 - 1,26) para el cáncer total, un HR 1,28 (IC 95% ; 1,21 - 1,35) para el cáncer relacionado con la obesidad y un HR 1,25 (IC 95%; 1,19 - 1,32) para el cáncer relacionado con la DM.
Para los cánceres individuales, la DM2 presentó un mayor riesgo de cáncer colorrectal con un HR 1,21, cáncer de pulmón HR 1,27, cáncer de páncreas HR 2,07 , cáncer de esófago HR 1,85, cáncer de hígado HR 3,39, cáncer de tiroides HR 1,49, cáncer de mama HR 1,26 y cáncer de endometrio, un HR 1,26. No hubo heterogeneidad estadísticamente entre las 2 cohortes.
La tasa de riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer aumentó inmediatamente después del diagnóstico de DM2, con un HR 1,29 (IC 95 ; 1,19 - 1,38) en pacientes con menos de 2 años de duración de la DM a un HR 1,37 (IC 95%; 1,25 - 1,50) en pacientes con duración de 6,1 a 8 años. A partir de los 8 a 10 años disminuyó a un HR 1,21 (IC 95%; 1,09 - 1,35) y hasta un HR 1,04 (IC 95%; 0,95 a 1,14) después de 15 años de duración de la DM.
El riesgo de cáncer pareció culminar alrededor de 6,5 a 7,5 años después del diagnóstico de DM2 y luego disminuyó gradualmente.
También encontraron que el nivel de péptido C era en promedio más bajo entre los participantes con más de 8 años de duración de la DM frente a los de menor duración, mientras que la HbA1c fue generalmente más alto para los pacientes con DM más prolongada.
Los autores declaran las fortalezas del estudio: el tamaño de la muestra con seguimiento a largo plazo, el uso de DM incidente, evaluaciones exhaustivas del estilo de vida y factores dietéticos, y una alta tasa de seguimiento.
Sus limitaciones: no disponer de datos de ciertos cánceres infrecuentes como los cánceres de vías biliares, que se han asociado con DM2. No descartar factores de confusión residual en el análisis, en particular para el IMC. No ajustar por fármacos específicos ni examinar el nivel de INS circulante en relación a la duración de la enfermedad.
Los resultados favorecen la hipótesis de la hiperinsulinemia como factor de riesgo directo en la etiología del cáncer. La hiperinsulinemia en la DM temprana juega un papel más importante que la hiperglucemia en la promoción del desarrollo del cáncer.
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