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13 de septiembre de 2015

La actuación contra el síndrome metabólico desde nuestras consultas de atención primaria

La actuación contra el síndrome metabólico desde nuestras consultas de atención primaria

El síndrome metabólico (SM) afecta aproximadamente al 20% de la población española. Una situación que incrementa el riesgo cardiovascular, la muerte cardiovascular  y de debutar con diabetes tipo 2 (DM2). La eficacia de las intervenciones de los estilos de vida (EV), sean en la dieta o el ejercicio físico, sobre el SM ha sido demostrado en diversos estudios, algunos de los cuales ya hemos hablado en este blog. Sin embargo, estos estudios están realizados en condiciones controladas y su respuesta en nuestro ámbito (la atención primaria –AP) no está del todo demostrada. La implementación en AP por médicos de familia (MF) en condiciones habituales, en eficacia y costes, no ha sido del todo  estudiada. El estudio PREDIMED, con dieta mediterránea (MedDiet) mostró los efectos beneficiosos de este tipo de dieta suplementada con grasas vegetales (aceite de oliva o frutos secos) sobre el SM. Según este y en condiciones controladas de ensayo clínico aleatorizado (ECA), la  MedDiet suplementada con aceite de oliva o con frutos secos (sin reducción calórica) no se asocia con un incremento de la incidencia de SM,  y sí en cambio tienen mayores probabilidades de revertir éste a la situación previa. O sea que estas dietas serían útiles para reducir la obesidad central y la hiperglucemia en individuos de alto riesgo cardiovascular.
Este estudio, realizado por compañeros nuestros, intenta evaluar los efectos a largo plazo de un tratamiento intensivo sobre los EV basado en MedDiet y el ejercicio físico en individuos con SM y realizado en nuestro entorno de AP. Como objetivos se plantearon los cambios generados tras la intervención en la prevalencia de SM, su gravedad, incidencia de DM2, y la  incidencia de enfermedad cardiovascular (ECV), fuera coronaria, accidente vásculocerebral, enfermedad arterial periférica. Así como los cambios de cada uno de los componentes del SM, sean la circunferencia abdominal, la presión arterial  (PA), el HDL-colesterol, la glucosa basal en ayunas (GB), y los triglicéridos.
Se trata de un estudio epidemiológico prospectivo descriptivo y transversal que evaluó la prevalencia de SM en un área de salud tras una intervención sobre los EV durante 3 años. 
Los individuos estudiados fueron 2.492 estratificados por edad (18–80 años) y sexo,  captados aleatoriamente y que cumplieron unos criterios de inclusión (antropométricos y analíticos) de una población adulta de Málaga (España).
En el diagnóstico de SM se utilizó el descrito por la International Diabetes Federation (IDF).
En una segunda fase se realizó un estudio a ciego simple con un grupo de intervención (experimental) y otro control (tratamiento simulado) con SM  en los que distribuidos al azar fueron instados o (grupo de intervención) a realizar un programa de MedDiet y ejercicio físico aeróbico. O, en el grupo control, recomendaciones generales de salud sobre dieta saludable y ejercicio físico. La intervención duró 3 años.
Se hizo una evaluación del cumplimiento y adherencia a la modificación de los EV en un 1/3 de los individuos incluidos en base a un cuestionario validado de 14 items (Minnesota Leisure-Time Physical Activity Questionnaire), sobre la calidad de vida (17 items), medidas antropométricas, PA, muestras sanguíneas en ayuno, al inicio y a los 3 años. En los pacientes obesos se planteó el objetivo de reducir el peso en ≥ 5%.
De los 2.270 que al final cumplieron los criterios de inclusión,  618 (27,2%) cumplieron criterios de SM, siendo aleatorizados en ratios 1/1 a un grupo de intervención (n = 298) o un grupo control (n = 303), existiendo 195 pérdidas durante los 3 años de seguimiento, fueran por falta de datos (66), fallecimiento (15), perdida de adherencia al tratamiento (107), incapacidad (7) o cambio de domicilio (1).
Al final del estudio hubo diferencias entre ambos grupos entre la intervención y el tratamiento simulado, fuera circunferencia abdominal (−0,4 ± 6 cm frente a +2,1 ± 6.7 cm, p  0,001), PA sistólica (−4,6 ± 10 mmHg frente a -0,2 ± 13 mmHg, p  0,001), PA diastólica (−4,6 ± 10 mmHg frente a -0,2 ± 13 mmHg, p  0,001) o el HDL-colesterol (+4 ± 12 mg/dL frente a +2 ± 12 mg/dL, p = 0,05). Si bien es cierto que no se encontraron diferencias en la GB (−4 ± 35 mg/dl frente a -1 ± 32 mg/dl, p = 0,43) y los triglicéridos (−0.4 ± 83 mg/dl frente a +6 ±113 mg/dl, p = 0,28), reduciendo con ello hasta un 29,1% la prevalencia del SM según los criterios expuestos.
Concluyen que una intervención intensiva sobre los EV en un escenario del AP (médico, enfermera) es capaz de mejorar aquellos  factores relacionados con el SM (salvo la GB y los triglicéridos), o sea el perfil cardiometabólico de pacientes con esta alteración metabólica, disminuyendo a su vez la prevalencia del SM.

Gomez-Huelgas R, Jansen-Chaparro S, Baca-Osorio AJ, Mancera-Romero J, Tinahones FJ, Bernal-López MR. Effects of a long-term lifestyle intervention program with Mediterranean diet and exercise for the management of patients with metabolic syndrome in a primary care setting. Eur J Intern Med. 2015 Jun;26(5):317-23. doi: 10.1016/j.ejim.2015.04.007. Epub 2015 Apr 20.



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