El exceso de consumo de bebidas azucaradas es causa de diabetes tipo 2
Ya comentamos en un post anterior que el consumo de bebidas azucaradas -BA- en general ha ido aumentando en el mundo occidental de tal modo que en EEUU entre 1970 y 2006 el consumo per cápita se incrementó de 64,4 a 141,7 kcal por día, llegando en ciertos países (México) a constituir > 12% del las calorías ingeridas.
Estas bebidas, que constituyen la primera fuente de azucar ingeridas en la dieta del americano actual , están compuestas de sacarosa -sucrose- jarabe de fructosa, y zumos de frutas concentrados.
Sorprendentemente las bebidas con 100% de zumos de fruta a los que no se les ha añadido azucares no son considerados BA.
La ingestión de las BA han sido relacionadas en estudios prospectivos con el sobrepeso, obesidad en la infancia y en los adultos. La rápida absorción de carbohidratos (CH) tipo sacarosa (50% de glucosa y 50% de fructosa) o de jarabe de fructosa (45% glucosa, 55% de fructosa) en ingestas importantes se ha demostrado que pueden incrementar el riesgo de síndrome metabólico (SM), insulinoresistencia y diabetes tipo 2 (DM2). Últimamente se les ha relacionado con el desarrollo de dislipemia al alterar al lipogénesis hepática (aumento de triglicéridos y disminución de las HDL) y de la hipertensión (obesidad visceral). Por todo ello estos investigadores se propusieron realizar un metanáslisis sobre cohortes prospectivas que relacionaran el consumo de BA con el riesgo de SM y del DM2.
Se hizo una búsqueda en MEDLINE database (National Library of Medicine, Bethesda, MD) entre 1966 y mayo del 2010 de artículos en ingles mediante términos (MESH) como “soda,” “soda-pop,” y “sugar-sweetened beverage” combinado con “diabetes,” “type 2 diabetes,” y “metabolic syndrome”y que incluyeran estudios de cohortes prospectivas que estudiaran la relación entre la BA y el riesgo de SM y DM2 en adultos. Descartando los estudios experimentales se identificaron a 15 estudios con SM y 136 con DM2. Tras la aplicación de los criterios de inclusión quedaron 3 estudios sobre SM y 8 sobre DM2, que tanto en computo calórico como en duración de los mismos mostraron una cierta heterogeneidad.
Las cohortes incluyeron distintas poblaciones (norteamericanos blanco y negros, finlandeses, y chinos) y el rango de duración fue de 4 a 20 años con un número de participantes de 3000 a 91,000 personas y se realizaron en general a cuestionarios dietéticos -food frequency questionnaires
(FFQs)-. De 310 819 participantes se encontraron 15 043 casos de DM2 lo que dio un riesgo relativo (RR) de DM2 de 1.26 (IC 95% 1.12–1.41), lo que significó en cuantiles un exceso de riesgo del 26% de DM2 entre los que presentaban una gran ingesta frente a aquellos con pobre ingesta de BA.
En cuanto al SM, de los 19 431 participantes se identificaron 5803 casos de SM lo que significó un RR 1.20 (1.02–1.42), que en cuantil de mas alta ingesta mostró un exceso de riesgo del 20% de generar un SM frente a los de menor ingesta.
Al margen de la gran heterogeneidad de los estudios se encontró mayor asociación en lo estudios con mayor población estudiada y de mayor duración, aunque tras la metaregresión la duración no fue predictor del efecto (p=0,84)
Con todas las salvedades hechas a la heterogeneidad, a la comparación de ingestas extremas, factores confusionales (estilos de vida, acidos grasos trans, ...) en los estudios, se concluye que el metanálisis muestra un clara relación entre el consumo de BA y el riesgo de SM y de DM2. Sin embargo, no queda clara la influencia de las BA en factores intermedios como el total de energía o el peso (IMC) como causa necesaria de la DM2 o el SM.
No puedo acabar sin mencionar una cita bibliográfica (40) sobre la relación entre el consumo de fructosa en grandes cantidades y el desarrollo de hipertensión arterial y SM, en un trabajo publicado recientemente en el International Journal of Obesity por el Servicio de Nefrología del Hospital Mateu Orfila, de mi isla.
--Vasanti s. Malik vs, Popkin bn,Bray ga, Despres jp, Willett wc, Hu fb . Sugar-Sweetened Beverages and Risk of Metabolic Syndrome and Type 2 Diabetes A meta-analysis. Diabetes Care 33:2477–2483, 2010
--Perez-Pozo SE, Schold J, Nakagawa T,Sanchez-Lozada LG, Johnson RJ, Lillo JL. Excessive fructose intake induces the features of metabolic syndrome in healthy adult men: role of uric acid in the hypertensive response. Int J Obes (Lond) 2010; 34:454–461
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